viernes, 8 de enero de 2016

La terrorífica pasividad de los buenos



El predicador Bautista y activista político, Martín Luther King, conocido por su lucha contra la violencia, la desigualdad y la pobreza, además de ser un destacado orador y premio Nobel de paz, prununcio una frase que marcaría la realidad de la sociedad en todo el mundo (obviamente desde mi punto de vista) "No le temo a la maldad de los malos, sino a la pasividad de los buenos".

Cuando recuerdo esa frase, pienso indefectiblemente en nuestra realidad, un país que presume de su cultura, de los avances intelectuales (alguna vez Bogotá fue conocida como la Atenas latinoamericana) no hay discusión de café y ahora de red social donde los colombianos no presuman de su "basta" cultura general, pero todos estamos subyugados ante un sistema político que cada año nos hace y deshace (por decirlo de una forma desente) y todos, como unos mansos corderitos, aceptamos sin hacer nada más que una crítica en redes.

Para la muestra un botón, como dicen los abuelos, este año empezamos uno de los peores desde el punto de vista económico, la inflación promedio a diciembre de 2015 cerró por encima del 6.7% (es decir que la de alimentos debió superar ese porcentaje) con lo cual el aumento del salario mínimo (7%) fue tan solo un saludo a la bandera, pues no servirá de absolutamente nada, perdiendo capacidad de compra el grueso de los trabajadores en Colombia.

Además, una tasa de cambio que durante los primeros 7 días del año ha estado por encima de los $3.200 y cuya proyección y comportamiento auguran que va en crecimiento, indicando con esto que los productos de importación (que en Colombia son casi todos, por no decir que todos) continuarán subiendo de precio a niveles muy seguramente impensables. 

Por otro lado, el "amado" director de la DIAN anuncia un nuevo paquete de impuestos, entre los cuales se destacan signficativamente el aumento del IVA al 19%, varios productos de la canasta familiar con IVA desde el 5%; la posible inclusión de quienes ganen más de $1.800.000 como declarantes de renta; el incremento del 150% en impuestos a los cigarrillos y las bebidas alcohólicos (nos van a quitar hasta los medios de escape), sin mencionar de fondo los altos niveles de inseguridad, el desempleo, el sistema de salud colapsado y la baja calidad de la educación... y ante esto ¿qué?

Por un lado los medios de comunicación centrados en banalidades y fiestas regionales (carnaval de negros, feria de Manizales y proximamente el carnaval de Barranquilla), por el otro unas "astutas" centrales obreras (sientase el sarcasmo) convocando a un paro nacional el próximo domingo 24 de enero, supongo que eso va a generar un impacto poderoso en la producción del aparato económico y estatal que trabaja todos los domingos (como diría Nelson Mandela Muntz - Ha Ha).

Más allá de lograr afectar un poco el tráfico dominical, ya afectado por las ciclo vías en todo el país, consideró que su logro no pasara de ser una nota en los cortes de farándula de las noticias. El resto del país seguirá en lo suyo como los corderos que somos. Eso sí muy por "encima" de nuestros congéneres de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, a quienes vemos como unos "cholos" ignorantes.

Sin embargo, esos pueblos hermanos han derrocado presidentes, han bajado los impuestos, incluso han logrado bajar los precios de la gasolina (Colombia está entre las más costosas del mundo). Estos países tiene poblaciones que dan miedo a sus mandatarios, porque no se quedan impávidos ante las decisiones que afectan su calidad de vida, nosotros no salimos de la crítica en redes, eso sí, que no haya fiesta o rumba porque entonces ni en las redes se ven críticas.

Como diría el comedidamente mexicano "¿Qué nos pasa?", ¿por qué tanta pasividad ante las cosas que nos afectan? ¿Dónde está nuestro dolor de patria? Y aquí no se trata de una lucha de clases, se trata del futuro de todos, porque los que vamos a perder somos todos, no sólo los obreros, o ¿a quién le piensan vender nuestras empresas?

Tanta pasividad nos lleva derecho a la perdición, a la conmoción, al despeñadero... Y aunque los malos puedan ser muy pocos (unos cuantos senadores y gobernantes) el resto solo somos unos corderitos que con la cabeza gacha vamos directo al matadero.

Para completar, en el horizonte no se vislumbra la aparición de líderes que conduzcan esta nación a tierras mejores... 

Ante todo esto insisto, que tenebrosa es la pasividad de los buenos.

1 comentario:

  1. Que bien la disertación del día pues con tantos impuestos y tan bajo aumento salarial el paro programado debería tener las magnitudes adecuadas y no una payasada como lo que van a hacer, que finalmente no generará un impacto que mueva al pais, que nos despierte y que haga pensar a los que están en el poder, como siempre excelente reflexion

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