domingo, 31 de enero de 2016

Va uno y faltan once

http://marcrivero.com/wp-content/uploads/2014/10/LOS-COMIENZOS1.jpg
Se termina el mes de enero, bautizado así en honor al dios Janus, conocido como el dios de las puertas, los comienzos y finales. Este mes es el primero del año, para los romanos desde el 713 a.C. y para casi todo el mundo desde el siglo XVI. El punto de partida para los caminos que se emprenderán el resto del año, el mes de los cambios, de los inicios y de los cierres. 

Han pasado 31 maravillosos días, en los que hemos tenido de la oportunidad de CAMBIAR hábitos y dejar otros atrás. Cerrar círculos en nuestras vidas y adquirir nuevos comportamientos para construir un nuevo yo. La oportunidad, como diría Einstein (un poco parafraseado), de hacer las cosas de forma distinta para obtener resultados diferentes.

Este mes que cierra debió ser el inicio de los cambios, el fortalecimiento de los buenos hábitos y la construcción de esa persona con la cual no me debo sentir avergonzado. Se puede decir que enero es un mes de la autoevaluación y el reinicio. Sin embargo, lo más importante es que como punto de partida no necesariamente define como va a terminar la carrera.

Por decirlo de alguna forma, tan solo acabamos de cruzar la linea de meta, nos esperan muchos días y muchos meses por delante. Lo que marcará la diferencia es la energía con la que hayas iniciado, la valentía, la constancia y la disciplina para trabajar en lo que quieres alcanzar y lo que esperas lograr.

Solo ha pasado 1/12 del año, no es momento para desanimarte o sentirte frustrado, todo lo contrario es el momento de tomar fuerza e impulso, pisar el acelerador a fondo y lograr todo lo que quieres obtener...

Faltan once y como siempre tienes dos opciones, sentarte a llorar por lo que no se hizo, caer en depresión porque no lograste lo que esperabas o por el contrario tomarlo con el impulso que necesitabas para meterle ganas fuerza y empeño en lo que falta por hacer. 

Como siempre, todo está en tus manos y en tu fe. No permitas que pase otro mes haciendo planes, ahora solo resta actuar.

sábado, 30 de enero de 2016

La ilimitada estupidez humana

http://i.blogs.es/eb3785/2010.10.ordesa-1415/original.jpg
Una de las frases más conocidas de Albert Einstein dice: "Solo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez. Y no estoy tan seguro de la primera". Y es que desde siempre la intransigencia de los estúpidos, nos ha llevado a la casi destrucción masiva de la sociedad.

Bertrand Russell dijo "El problema con el mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas". Eso lo vemos a diario, personajes que se cruzan en nuestro camino que sin importar el mal que así mismos se hagan, mantienen sus posturas intransigentes y sin argumentos, incluso por encima de su propia felicidad.

Encuentras seres humanos, si los podemos llamar así, que centran sus argumentos en la fuerza, en una llenura de ideas (o ignorancia) que nos los deja escuchar razones, se ciegan ante la realidad de los hechos, pero el problema de fondo es que los quieren imponer a toda costa. Su razón no tiene duda y se debe imponer incluso por las armas, porque "solo yo" tengo la razón.

Lo vemos en personajes históricos que su estupidez los lleva a asesinar a otros solo porque no piensan igual, desde invadir culturas e imponer sus ideas como el "ilustre" Alejandro Magno, hasta el genocida y lunatico Adolph Hittler quien torturo y masacró más de 6 millones de personas sólo por considerarlos diferentes e indignos de compartir el mismo "plano".

Pero también lo vemos, en personas que odian un pueblo o una raza solo porque existe, o por lo que sus predecesores hicieron o porque son diferentes, porque sino no son iguales a mi, no merecen existir... Somos tan "astutos" que repetimos nuestra historia de vida, solo por mantener nuestra postura intransigente.

Es tan limitante, la infinita estupidez, que nos cierra el entendimiento, nos llena de odios, rencores y amarguras sin razón, ni sazón... vemos el despeñadero frente a nosotros pero seguimos caminando. Nos destrozamos, sabemos en el fondo que estamos perdiendo más de lo que ganamos, pero mientras "yo tenga la razón" no me importa. 

Además, no hay nadie a quien escuchar porque mis sinrazones no tienen duda, son razonables porque "yo las digo", no hay argumento ni consejo que me haga cambiar mi postura. Lo único que importa es el poder, el poder de tener la razón, así lo tenga que imponer. Si tenemos que talar un bosque completo o contaminar el agua para "alimentar mi poder", no me importa, aunque mañana no tenga aire para respirar.

Y como mis argumentos no tienen razón y no generan convicción, con mis músculos los puedo imponer. Para la estupidez no existen controversias o diálogos divergentes, no hay contra argumentaciones, no son conversaciones... son sólo guerras donde lo importante es la victoria y la imposición.

Lo preocupante de asunto es que la estupidez es tan ilimitada e infinita que se vuelve auto-destructiva y contagiosa, nos acaba, nos consume y nos distancia de los otros, dejándonos inmersos en una soledad igual de infranqueable; pero para ese momento habremos dañado tantas personas, que ya tendremos infectado a alguna de nuestras victimas "derrotadas" en nuestra lucha, con el virus de la estupidez.

No permitas que te pase... vacúnate contra la estupidez; escucha, no impongas tus ideas, evalúa tus posturas, nunca te impongas por la fuerza y sobre todo: NUNCA DEJES DE SER FELIZ, POR TENER LA RAZÓN!!

jueves, 28 de enero de 2016

¿Cómo llegar primero?

http://eldiariopositivo.com/wp-content/uploads/2015/08/Que-es-el-perdon-4-Beneficios-de-perdonar.jpg
La letra de una canción de mi canta - autor favorito tiene una frase que dice "Siempre llega primero el que va más descargado" y más que al concepto y aplicación práctico de la frase, en nuestras vidas siempre hay una carga que no nos permite avanzar y nos deja aferrados al pasado, podemos llamarlo de diversas formas: rencor, amargura u odio. Nos recuerda el dolor todos los días, el daño que nos hicieron y nos invita, colmando nuestro pensamiento, muy disimuladamente, de sentimientos que solos nos dañan a nosotros.

Ya lo dijo el Chavo del 8, "la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena", pero la amargura es tan "astuta" que nos trae palabras como "Yo no le deseo nada malo, pero si se esta quemando y tengo agua, me la tomo". De una u otra forma el rencor nos lleva a desear que a quien nos daño, no le vaya bien, que su vida se complique, que le hagan mala cara o que le salgan uñeros en todos los dedos de la mano, para que sienta un poquito el dolor que me causo; es más, que se le entierre una uña en cada dedo gordo y que cada mañana se estrelle el dedito pequeño contra la pata de la cama.

Y con cada día que pasa nuestro corazón se va llenando de un veneno que nos invade, nos aferramos a esa herida, a lo que nos dijo, a lo que nos hizo, como nos miró, como nos trató y es que nosotros perdonamos "pero no olvidamos", porque "a mi no me lo vuelve a hacer" y "yo guardo pan para cuando haya leche"... y ese baúl de nuestro corazón se va llenado de una carga imposible de llevar, que nos va haciendo el camino cada más difícil.

Este sentimiento nos consume tanto, que por una pendejada "almacenada por años", nos alejamos de amigos de toda la vida, terminamos con el amor de nuestras vidas o incluso dejamos de ver a nuestra familia "Porque a mi no me lo vuelven a hacer", porque "¿usted no sabe quien soy yo?" o es que ¿no sabe a quien se lo hizo?.... etc, etc... y entonces llega el momento donde esa amargura o rencor nos deja solos consumiéndonos en ese "caldo" que hemos preparado, al mejor estilo de Smigol junto al lago, consintiendo nuestra "preciosa" AMARGURA.

Así... no llegamos a ninguna parte, nos vamos a quedar relegados donde estamos y no me refiero a lo económico, me refiero a lo esencial, a nuestra conciencia, a lo que vinimos a este mundo... alcanzar la felicidad. Porque en el camino de la vida, el objeto es ser felices, pero para eso nuestro corazón tiene que estar libre de odios, amarguras y rencores.

Libérate, perdona, vive, se feliz... porque sino te "matará el alma y te la envenenará"...

miércoles, 27 de enero de 2016

Keep Walking!

http://www.corredordemontana.com/images/2014/2014.06/19.06.14_rutina.jpg

Una famosa marca de whisky usa como eslogan esta pequeña frase, algo así como "Sigue caminando", no te detengas, obviamente algo imposible de hacer si te tomas la botella entera tu solo. Sin embargo, es una frase de mucha profundidad, en su corto mensaje nos invita a nunca detenernos, sin importar los obstáculos o los problemas.

Hace unos años iba caminando por una conocida avenida de la ciudad, en medio de una lluvia que no permitía ver más allá de mi nariz y en medio del camino, al dar un paso se levantó una alcantarilla y me golpee en el otro pie, el dolor fue profundo, incluso se me rasgó el pantalón y brotó un poco de sangre; lo peor del caso es que todavía faltaban varias cuadras para llegar a mi destino. En ese momento tenía dos opciones, sentarme a llorar o continuar el camino.

El profundo dolor me invitaba a quedarme sentado, pero tenía un lugar al cual llegar y entre más tiempo esperaba para continuar más profundo era el dolor, así que decidí continuar. Los primeros pasos estaban acompañados de algunas expresiones vulgares de dolor, algo así como la frase celebre de Esperanza Gómez (sin el "que rico). Lo interesante del asunto es que entre más avanzaba, se me iba olvidando la herida y solo tenía claro que debía seguir.

Ese día aprendí que cuando en la vida se nos presentan dificultades, problemas o aflicciones, la peor decisión es quedarnos sentados llorando lamentándonos de nuestra lamentable situación, eso sólo logra que el dolor se haga más profundo, que nos engarrotemos y no queramos continuar, que nuestro pensamiento se quede absorto en eso que no me deja avanzar y cada vez salgan más lagrimas.

Por otro lado, continuar el camino, "seguir caminando" nos permite despejar la mente del dolor, recordar cual es nuestro objetivo y que el dolor se vaya mitigando, que nuestro pensamiento retome la visión, reorganice sus ideas y avance con firmeza, bueno al principio vamos a cojear un poco por el dolor, pero entre más avanzamos ese dolor va a ser remplazado por la inmensa satisfacción de las metas que se empiezan a lograr con cada paso.

Cuesta mucho trabajo, el dolor nos quiere detener, nos invita a solo pensar en eso que nos lastimó, nos obnubila el pensamiento y no encontramos nada más en que pensar... pero la decisión es tuya, avanzar y seguir tu vida, olvidando ese dolor o quedarte para siempre sentado bajo la lluvia y el dolor, sin nada más en tu mente que ess.

Tendrás siempre dos opciones, llorar o levantarte y seguir caminando... la decisión es tuya... yo prefiero seguir adelante y si es con un vaso de whisky, mucho mejor.

lunes, 25 de enero de 2016

Justo aquí, justo ahora!

http://fotos0.mundofotos.net/2010/26_08_2010/angelito8111282835259/puesta-de-sol.jpg
Siempre que queremos lograr algo, iniciar un camino, alcanzar una meta o superar una dificultad, encontramos un pero para iniciar o una razón para desistir. Lo más común es encontrar un motivo para posponer, como dirían algunos conocedores "Procastinar", dejando siempre nuestras metas y deseos para otro día.

Obviamente, como todo en la vida es mucho más sencillo dejar las cosas para mañana, que empezar a hacerlas hoy, que empezar a hacerlo ahora. Encontrar los pretextos para abandonar nuestras metas, para darles un día más. Porque no mejor hacer el siguiente día, ese tendré más ganas, más energía, seguramente el sol iluminará mejor o hará menos calor y tendré muchos más deseos para lograrlo.

Nos obstinamos en pensar que un día más no importa o que quizá no sea el momento y vamos dejando todo; pero cuando nos damos cuenta la oportunidad se ha ido, el tiempo ha pasado o las energías ya no son las mismas. Naturalmente tendremos a la mano todas las excusas necesarias para defender porque no pudimos lograr lo que deseábamos...

Ciertamente si nos preguntamos si fue adrede, la respuesta será que no, ¿cómo vamos a luchar para no alcanzar lo que deseamos? ¿cómo es posible que yo mismo ponga trabas en mi camino? y siempre justificaremos de que fueron factores externos a nosotros; pero en realidad, en el fondo es que no lo hicimos por miedo, la cobardía nos inundó el alma para no actuar... es el miedo llenando cada parte de nuestro cuerpo llevándonos a desistir.

¿por qué?... Porque siempre será más sencillo desistir que fracasar, sino lo intento, jamás tendré que averiguar si habría podido o si habría fracasado; quizá la realidad es que sea un completo inútil, pero es mejor vivir con la duda desistiendo, que intentar y haber fracasado, comprobando que lo soy. Lo falso en estas premisas es que el temor no nos muestra que al no haberlo intentado, ya hemos fracasado y de la peor forma, será un fracaso del que no podemos levantarnos.

Al no intentar, al ir postergando cada cosa que queremos lograr en nuestra vida ya estamos fracasando, seremos unos fracasados para siempre y de los más tristes, de los que nunca quisieron hacer... porque cuando nos atrevemos, cuando nos lanzamos con valor a luchar por nuestros sueños, no hay fracasos, hay caídas, quizá retrasos, dificultades y tropiezos; pero cada uno de ellos será un aprendizaje para ir creciendo.

No dejes que tus metas se posponga y que tus deseos se queden en sueños, empieza aquí, empieza ahora.... el peor fracaso en la vida no es intentar, el verdadero fracasado es aquel que nunca luchó por lograr sus metas.

¿Qué excusa tienes para no empezar hoy?

jueves, 21 de enero de 2016

La gratitud es una carga

http://protestantedigital.com/upload/imagenes/68185_N_20-06-14-17-52-35.jpeg
Dicen las malas lenguas que Cornelio Tácito (Historiador, senador y cónsul Romano / 55 - 120) expresó "Los hombres prefieren pagar un perjuicio a un beneficio, porque la gratitud es una carga y la venganza, un placer" y la realidad es que si nos ponemos a ver el comportamiento de los seres humanos, la "queja" está a flor de piel, la venganza es algo que todos los días tenemos en nuestra memoria de corto plazo, pero la gratitud nos cuesta trabajo y siempre encontramos una excusa para no hacerlo.

Pareciera que es mucho más sencillo quejarnos todo el tiempo de todo, somos seres insaciables que no importa cuanto recibamos de la vida, siempre hará falta más, no importa cuanto hagan las personas por nosotros, todavía nos deben y por tanto no hay nada que agradecer, llegamos al punto de pensar que no le debemos nada a la vida (o a Dios), sino que ella es la que nos debe, nos tiene que agradecer que estemos aquí. 

Estamos constantemente prestos a recordar las cosas malas que hacen las personas y a buscar la forma de "devolverles" el daño recibido, pero devolver el bien se nos olvida, es más consideramos que el bien no llega ni a los talones de lo que deberíamos recibir. Lo más interesante, siempre estamos excusando nuestra falta de agradecimiento en el comportamiento de los demás, si los demás no nos agradecen ¿por qué debemos hacerlo nosotros?

Lo bello de este argumento es que en nuestra mente, así no lo expresemos, siempre nos estamos considerando mejor que los demás, somo seres plus cuan perfectos si nos comparan con los demás; pero cada vez que queremos excusar un mal comportamiento nuestro, inmediatamente nos sale la excusa perfecta "Todos lo hacen"... pero si todos lo hacen y yo lo hago ¿qué tengo de diferente o especial?

¿Quieres ser diferente? empieza a ser agradecido, saca de tus labios la queja diaria y de tu corazón los deseos de venganza, llena tu alma de agradecimiento que no solo es "la más grande de las virtudes, sino que además es la madre de todas ellas"  (Marco Tulio Cicerón). 

Agradece cada día, a Dios, a la vida y a todos los que te rodean, se diferente a los demás, no importa lo que hagan o dejen de hacer, en tus labios y en tu corazón esta la diferencia... 

Y como lo dijo un famoso cantante: ¡Gracias... Totales!!!


miércoles, 20 de enero de 2016

La constancia vence...

http://www.lacapital.com.mx/files/news/constancia.jpg
Recuerdo que una de las sagas más entretenidas que vi durante mi infancia se llamaba "Retroceder Nunca, Rendirse Jamás", hubo como 20 secuelas y ninguna guardaba relación con la anterior, incluso salían como tres películas por año. Esta saga de las artes marciales hacia referencia a una de las virtudes más escasas, la constancia, esa capacidad de no "rendirse jamás", de seguir luchando aunque la adversidad esté tocando a tu puerta.

La capacidad de querer alcanzar la cima de la montaña aunque te falte el oxigeno y la mitad del equipo lo hayas perdido en la escalada, sientes una piquete interno que se lleva seguir adelante, seguir luchando y entre más difícil y empinado se pone el camino, tu espíritu no deja que te rindas. Llegar a sentir que todo esta en contra, que tienes que luchar contra un ejercito para llegar a la meta, que tienes heridas por todo el cuerpo y has derramado más sangre que Rocky en todas sus películas, pero aun así puedes lograrlo.

Sin embargo, son muchos los que toman la decisión de rendirse, cada día hay muchas personas que prefieren sentir la derrota, "tirar la toalla", fracasar en el intento o incluso sin haber intentado, todos los días podemos encontrar un motivo para rendirnos, para decir que no fuimos capaces al fin y al cabo "todo el mundo lo hace" y entonces ¿por qué yo no?. Empezamos a buscar motivos y justificaciones de porque no seguir adelante, de porque no luchar por nuestros sueños y naturalmente las encontramos.

Siempre es más sencillo fracasar que lograr, como dicen por ahí, por eso es que son muy pocos los hombres que han alcanzado la cima del Everest, lo que no nos damos cuenta es que si alguien lo logro, nosotros también podemos hacerlo, solo requiere una cosa "CONSTANCIA"... alcanzar nuestros sueños es posible, es tomar la decisión y todos los días trabajar por alcanzarlo. 

Y es que quizá lo hemos olvidado, pero como todas las virtudes, está en nuestra voluntad la capacidad de ponerla en práctica todos los días, volver la constancia un hábito teniendo siempre en la mente que podemos seguir luchando, que lo importante no es cuantas veces caigamos, sino cuantas veces nos levantamos. Que debemos dejar de estar soñando y empezar a actuar para convertir en realidad esos sueños. 

Muy seguramente nos toque atravesar un desierto para lograrlo, quizá un océano entero con tan solo unos remos y una pequeña balsa; y definitivamente serán muchos los años, las noches y las lunas que pasarán antes de ver nuestro sueño hecho realidad, pero siempre que cada día hayamos trabajado para lograrlo, sentiremos la satisfacción del logro, de dejar nuestra huella indeleble en el mundo... seremos unos triunfadores.

Lo fácil siempre será rendirse... nunca te dejes llevar por lo fácil, porque ahí nunca hay felicidad... recuerda siempre que "la constancia vence lo que la dicha no alcanza"

martes, 19 de enero de 2016

¿El deseo es más fuerte que el amor?

http://static.latercera.com/20140315/1913746.jpg
Hace unos días escuchaba por radio la promoción de una de las nuevas "telebobelas" que vienen a entorpecer la forma de ver la vida de las personas, la "innovadora" historia promueve la falta de lealtad entre los amigos y nuevamente encasilla a las mujeres en el papel de seres sin criterio y manipulables que son incapaces de guardar fidelidad por amor. Esto no guarda diferencia profunda con otras historias del mismo genero, sin embargo el eslogan de lanzamiento me dejo disertando ¿el deseo es más fuerte que el amor?

Me pareció muy interesante este eslogan, empezando a cavilar sobre la realidad de este enunciado, ¿un sentimiento más fuerte que el amor?. Lo primero que se me vino a la cabeza fue la canción de Tango Feroz "Pero el amor es más fuerte", así como imágenes o escenas donde la excusa que sale a relucir es la del deseo por encima de la constancia y la capacidad de amar.

Pensar que existe un sentimiento más fuerte que el amor, algo que realmente pueda superarlo me dejo "cabezon" (aunque ya de por si lo soy) y llegue a la conclusión desde mi perspectiva que no, no hay nada mas fuerte que el amor, es la mayor fuerza de la naturaleza, por amor una madre puede dar su vida por su hijo, por amor se pueden dejar atrás una corona y un imperio. El amor es profundo, es fruto de la voluntad y la constancia, de la construcción diaria.

Una madre durante nueve meses está construyendo el amor hacia el hijo que pronto saldrá de sus entrañas y lo tendrá entre sus brazos; y para eso deberá pasar por muchos dolores, por cambios hormonales y físicos, perderá su esbelta figura; pero ella a tomado una decisión "luchar" por la nueva vida que se está formando en su cuerpo y darlo todo, enfrentarse a todo, porque pronto verá a su hijo entre sus brazos y esa será la mayor satisfacción.

El problema es que hay personas que se han quedado en lo instintual, en lo animal que llevamos dentro, donde no hay razonamiento, donde no hay voluntad, solo se responde a esas emociones irracionales que traemos de "fabrica" y que nos llevan a reaccionar sin consultar el corazón y la mente. Es en este estado irracional y de dominio de los instintos, donde emociones tan egocéntricas como el deseo, pueden superar el valor y la voluntad del amor.

La realidad es que si queremos encontrar motivos para demostrar que el amor no es fuerte y puede ser superado lo vamos a encontrar, siempre que queramos dejarnos llevar por el egocentrismos, por los instintos animales, siempre será mas fácil hacer el daño que hacer el bien, porque esto requiere una decisión de la voluntad, porque requiere constancia y disciplina. Siempre será más fácil robar que ser honesto y no por esto es mas valioso.

Efectivamente el deseo, el desenfreno y la lujuria son mas sencillas, no requieren esfuerzo, es tan simple como dejarme llevar por el "ello" de interior, eso no lo hace fuerte. Fuerte es hacer las cosas por la voluntad, por la constancia, por la construcción diaria en la cual soy capaz de darlo todo por el otro, incluso poniendo en juego mi vida e intereses, fuerte es que deje de pensar en mi y piense en la construcción mutua de una vida

El amor siempre será más fuerte porque requiere mayor compromiso y entrega de parte mía, el amor no es para mediocres, es para fuertes, para los que son capaces de disciplinarse y darlo todo, dejar incluso un reino con tal de compartir con esa persona, como una madre que puede sacrificarse y morir por su hijo o luchar contra el mundo... eso no es instinto, es amor.

Así mismo la amistad requiere sacrificio, por eso no cualquiera se debe llamar amigo... No nos dejemos vender trabas a la mente, el amor y la amistad son las fuerzas mas grandes del espíritu humano... 

Porque "El amor es mas fuerte"

lunes, 18 de enero de 2016

Yo tengo un sueño

http://cdn0.dailydot.com/cache/9f/e6/9fe618b4ec5a5b08d07ff7321047420f.jpg

El 15 de enero de 1929 nace Martin Luther King Jr, predicador bautista, activista social y premio nobel de paz, destacado luchador por la libertad, la igualdad de derechos, la no violencia, el amor y la fraternidad entre los hombres. El 2 de noviembre de 1983 el presidente Ronald Reagan decreta el tercer lunes de enero como el día de la conmemoración de su nacimiento. 

Este líder nació en un país envuelto en la segregación racial, en el cual los hombres "valían" según el color de su piel y su condición social, sin embargo en sus mensajes jamás se evidenció odio o rencor en contra de aquellos que los discriminaban. Se opuso siempre a cualquier tipo de violencia y de discriminación, al punto de perder su vida por mantener un mensaje lleno de esperanza, de lucha pacifica y no violenta para lograr la igualdad, siendo asesinado el 4 de abril de 1968 por un activista segregacionista.

Uno de sus discursos más representativos y memorables fue "I have a dream" (Yo tengo un sueño*) en el cual partió de los derechos a la vida, a la libertad y a buscar la felicidad, establecidos como inalienables de acuerdo con la constitución de su país, para exigir la igualdad de derechos para todas las comunidades, sin importar su raza o condición social.

En este discurso exponía como una nación que promovía el "Sueño Americano" como su destacada diferencia con otras, debía levantarse "del oscuro y desolado valle de la segregación, hacia el iluminado camino de la justicia racial". Así mismo enfatizaba en su discurso que esta lucha por la libertad, la igualdad y la justicia social no se podía "saciar tomando la copa de amargura y el odio" hacia quienes habían sido sus verdugos, que su protesta no debía "degenerarse en violencia física".

Así mismo, defendió la integración racial y que la lucha por las igualdades "no debe conducir al a desconfianza hacia los blancos" pues "su destino está atado al nuestro y su liberta está ligada inextricablemente a la nuestra", demostrando con esto que el trasfondo de su lucha estaba encaminada a la búsqueda de la felicidad para todos los hombres, manteniendo siempre la esperanza de que era posible alcanzar una sociedad equitativa y solidaria, que sin importar las dificultades y frustraciones, mantendría siempre en alto su sueño.

Ad-portas de cumplirse 48 años de su genocidio, su mensaje está mas vigente que nunca, seguimos viviendo en sociedades llenas de discriminación social, de odios y amarguras. Estamos en una sociedad de donde muchos de los defensores de las igualdades raciales y sociales, colman sus discursos de rencores e incitaciones violentas, olvidando que ésto solo puede generar mas dolor.

Hoy se confunde el activismo con el vandalismo, la lucha pacifica, con la venganza jurídica. Los lideres no promueven la integración y la hermandad entre los pueblos y entre las comunidades, sino la lucha rencorosa, la división y el odio hacia los demás. Hemos olvidado que el destino de los pueblos esta ligado y que el desarrollo y la felicidad solo se puede alcanzar cuando dejemos de lado nuestras diferencias y nos unamos.

Han pasado 52 años desde que en la ciudad de Washington el Dr. King diera este memorable discurso y hoy más que nunca es fundamental recordarlo, cuan necesitada se encuentra nuestra sociedad de estos sueños, de estas esperanzas, de estos líderes que buscaban la fraternidad y no el odio. Cuanto necesitamos cambiar nuestros corazones, dejando los odios y buscando la vida, la libertad y la felicidad para todos.

Por eso en este día y con este pequeño homenaje, sólo quiero decir que YO TAMBIÉN TENGO ESE SUEÑO.

*http://www.elmundo.es/especiales/2013/internacional/martin-luther-king/texto-integro.html

domingo, 17 de enero de 2016

La república no precisa hombres sabios

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh84zzHf1MCviHtkMRHpwYWW9wkTWRsYOX5pzpjBSAog2jQRw5GVUxIBQcDC2TAX-tZ1JPH-m-eREPmOBgodfe7MEiDeoPkTq-pOibw20rIGXhWgorDYzASFE4qkM_u5jzJMU7u1bBWUII/s1600/the_first_execution_guillotine.jpg
Antoine-Laurent de Lavoisier fue un químico, biólogo y economista Francés, ha sido considerado el padre de la química moderna, sin embargo uno de las cosas por las que lamentablemente es recordado es por haber sido victima de las intransigencias y posturas "Patrióticas" de la naciente república francesa. El fanatismo de sus verdugos lo llevó a ser condenado a la guillotina el 8 de mayo de 1794.

Sus jueces y verdugos, obnubilados por el fanatismo "patriótico" en el que nadie puede tener posturas divergentes, porque inmediatamente te conviertes en un enemigo del "sistema" y por lo tanto digno de desaparecer, finalizado su juicio, en el que sus defensores presentaron sus aportes a la ciencia, pronunciaron esta sentencia "La república no precisa de sabios" (Frase de Maximiliano Robespierre), la cual marcaría el actuar de muchos "líderes" (si se les debe llamar así) quienes se encargarían de segar la vida de muchos hombres ilustres, con tal de mantener sus políticas sin opositores.

Sin importar el lado del espectro político (izquierda o derecha) algo que ha identificado claramente un gobierno o sistema absolutista, es su capacidad de menospreciar la vida de sus hombres "ilustres" y su marcado trabajo para enajenar la mentalidad de sus partidarios y hacerlos creer que cualquier crítica a su modelo político o económico, es buscar el fin a todo el "sistema". De esta forma, procuran un espíritu de "unanimidad" política y no enfrentar procesos de oposición.

El fanatismo, patriotismo o cualquier otro componente que nos enajene de la razón y nos lleve a menospreciar la vida, nos conduce a la destrucción de nuestra sociedad, no hay elemento que obstruya más nuestro crecimiento intelectual y social que la inexistencia de posturas divergentes, visiones que nos permitan ver otras perspectivas y de esta forma ampliar el espectro de conocimiento.

La verdadera revolución social inicia con la capacidad de integrarnos a pesar de las diferencias, aprender del otro y construir conjuntamente. Las diferencias no nos dividen, nos permiten ampliar nuestra visión como personas y como nación. 

Por eso, siempre le he temido a los "líderes" que centran sus discursos en la lucha de clases, en la división de la sociedad y generar nemesis en los opositores, basando su popularidad en el odio que logran desarrollar en la comunidad.

Evitemos que estas posturas basadas en el progresen en nosotros.



sábado, 16 de enero de 2016

Fue mi niño interior



Generalmente las personas acostumbramos confundir los términos, en especial cuando buscamos excusas a nuestro comportamiento impulsivo e incoherente, por no decir irracional. En  esos momentos preferimos decir que fue "dejar salir nuestro niño interior" y pasarnos por la "faja" la responsabilidad frente a algo que no fue más que un acto de absoluta inmadurez emocional.

Siempre que no superamos una frustración o qué hacemos algo abiertamente destructivo, evadimos nuestra responsabilidad culpando ese infante interno, que muy seguramente se sentiría muy desepcionado de ver el adulto en el que nos hemos convertido. Otra veces, cuando nuestro comportamiento parece digno de una enfermedad mental, al hablar y actuar  distante de nuestra edad cronológica o "llenarnos de motivos" por una mirada o un gesto de otra persona, volvemos a poner en aprietos a ese indefenso personaje de nuestro interior.

Y es que en definitiva siempre queremos culpar a otro de nuestra acciones, nos cuesta trabajo aceptar la responsabilidad de aquellas que consiéntemente sabemos que nos son aceptadas, muchas veces nisiquiera por nosotros mismos. Sino podemos superar una frustración, fue porque de niños nos consintieron mucho; sino podemos mantener una relación, es porque de pequeños nunca nos enseñaron de constancia; si somos egoístas es porque no tuve hermanos, por tanto nunca aprendí a compartir; en últimas, soy una víctima de las circunstancias y  de un sobre dimencionado Infante interior que toma las riendas de mi vida y mi razón (algo así como Poseido por un Infante). 

La realidad es que confundimos los términos porque realmente olvidamos a nuestro niño interior, no lo estamos dejando surgir, por el contrario lo frustramos como adultos, hemos olvidado realmente como era ese niño y los sueños que tenía, lo que quería alcanzar de adulto. Olvidamos su capacidad de amar, de darlo todo por los demás, de expresar sus sentimientos sin temor y decirle a sus padres y amigos cuanto los ama, de cómo hacer un mejor amigo con alguien que tan solo acaba de conocer, sin importar el color, la raza o la posición social.

Dejamos atrás su forma de ver el mundo, de sorprenderse cada día por las cosas más simples y elementales, de compartirlo todo con sus amigos, de querer ayudar a todos,  ser capaz de salir corriendo y dar una moneda a un necesitado y sentir gratificación en eso. Perdimos su capacidad de perdonar y olvidar, de entender que una discusión es algo pasajero y que lo importante es no perder el amigo y que todo puede superarse; saber que las cosas no valen por su precio, sino por la felicidad que me generan.

Cierto, muchos niños tienen un leve toque de malicia natural, de esconder algunas cosas, pero la realidad es que somos los adultos quienes elevemos esas actitudes de forma superlativa, en el fondo El Niño solo busca algo cada día: sonreír, ser feliz y compartirlo con sus amigos.

Hoy en día muchos somos todo lo contrario de lo que queríamos ser de niños, o nos escudamos tras una máscara de madures o nos disfrazamos de infantiles, pero en ninguno de los casos guardamos relación con ese niño que fuimos y que quizá un grupo de adultos frustrados truncó y amargo. 

Ojalá podamos volver a tener un contacto profundo y real con nuestro niño interior, seguramente abría menos discusiones, frustraciones y tristezas en nuestra vida, las que serían remplazadas por risas, juegos, amigos y mucha felicidad, eso sería realmente madurar.

Mientras lo piensas, te espero en los "culumpios".

viernes, 15 de enero de 2016

Dime lo que lees y te diré quién eres



Un elemento que siempre nos va a definir son nuestras lecturas, no sólo cuanto leamos, sino lo que leamos. Lo primero nos llenará de conocimiento, satisfacción y competitividad, como individuos y como nación. Se dice que los países desarrollados leen en promedio 24 libros al año por persona y en Colombia no llegamos ni a un libro al año en promedio, lo cual ya de por sí es deprimente.

Esto me motivo, como docente, a promover en todas mis cátedras que mis estudiantes dedicaran tiempo a la lectura, buscarán en ellos el acceso a nuevos mundos, nuevas vidas, nuevos viajes. Darse la oportunidad de recorrer el mundo a través de unas páginas y tinta; quizá  resolver un misterioso crimen; tal vez viajar en el tiempo al pasado y recorrer los caminos de la antigua Roma, Grecia y hasta los bellos parajes de la media luna fértil.

Sin embargo me llegue a encontrar con mentes cortas, llenas de basura en su interior, capaces de presumir que en sus 20 o 30 años nunca se habían leído un libro completo, algo así como presumir que tengo cáncer cerebral terminal o Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, y a los 4 vientos sin vergüenza ni pena alguna. En esos momentos no sabía si reír o llorar por la triste juventud que va a llegar al mercado laboral en tan solo unos años.

Disertando un poco no sólo sobre cuánto leemos, sino lo que leemos, recordé los últimos años de mi formación secundaria cuando muchos de mis tiempos de ocio los pasaba en la biblioteca y como en muchas ocasiones "cape" clase para sentarme a leer el diario y sus columnas de opinión o alguna novela o libro de historia. Tenía la certeza que ningún maestro me buscaría en la biblioteca y mientras nutria mi curiosidad e intelecto, además de hacer algunos nuevos amigos y amores.

Fue ahí donde me di cuenta que lo que lees te define mucho, los huecos y superficiales llegaban todos los días a buscar el diario para leer una sola cosa "el horóscopo del día", los que crean en él me disculparán, pero tomar un diario con múltiples informaciones solo por ver que me dicen las estrellas, debe cultivar bastante el intelecto; otros solo buscaban las páginas deportivas, que no se diferencian mucho de los anteriores.

No faltaban las que sólo leían la "Farándula" para ver su actor predilecto con quien  se casó, mostrando que su interés no iba más allá de un día ser la portada de "Play Boy" (en esa época no existía SoHo). Lo más interesante del asunto es que estos públicos, asiduos de lecturas superficiales, estaban compuestos de estudiantes y docentes. Habían los que solo buscaban tareas y sin leer, sino como vulgares copiadoras, transcribían lo encontrado quedando sus mentes tan vacías como al principio.

Muy pocos dedicaban este tiempo a leer sobre opinión, sobre cómo estaba el país o a leer una buena novela, un buen libro de poesía o una narración histórica. Fueron tan pocos que dejaron huella, dejaron una marca tanto en su generación, como en muchas que llegaron después que ellos. Tenían criterio, sabían defender sus derechos, SABÍAN HABLAR, pero sobre todo aprendieron a ser diferentes.

Leer un libro no te va a convertir en millonario o en un genio de las ciencias; pero si cambiara tu forma de ver el mundo... Por eso al igual que los amigos, hay que saber elegir lo que lees, como ellos (los amigos) hay los que te aportan, enriquecen tu vida y tu intelecto, pero también hay los que te quitan y llenan de trabas tu conocimiento.

Recuerda siempre, que tan importante como leer un libro, es aprender a escoger que libro leer. Ya lo dijo el poeta "... Como tú dicha es mi afán, no busques falsos testigos, tus libros y tus amigos, preséntamelos mi Juan" (Amigos y libros. Juan De Dios Peza).

¿Quién quieres ser?

jueves, 14 de enero de 2016

Cuando sólo abrojos nuestra planta pisa


La vida en ocasiones nos lleva por caminos difíciles, por desiertos infranqueables donde sientes que todos los recursos se agotan, que nunca podrás llegar al otro lado y entonces aparecen los espejismos, pequeñas ilusiones que por un momento consideras que encontraste la salvación y que saldrás "vivo" de este profundo desierto y es ahí donde al tomar el primer trago de agua, te das cuenta que solo es arena.

Momentos como dice el poema "... muere la fe, huye la calma, solo abrojos nuestra planta pisaa" (paráfrasis del poema "Reír llorando" de Juan de Dios Peza - www.poesi.as/jdp0001.htr) y nos sentimos desfallecer, caer, morir y nada, absolutamente nada nos saca de la aflicción. Por el contrario sentimos los consejos de aliento como palabras al vacío y nos llenamos de enojo "porque nadie entiende mi lamentable situación".

Son días donde nos sentimos "tan lúgubres, tan lúgubres, como en las noches lúgubres  el llanto del pinar" (Canción de la vida profunda, Porfirio Barba Jacob -www.banrepcultural.org/blaavirtual/literatura/apoeta/apoeta12) y como lo expresa el poema en esos días sentimos que ni Dios mismo nos puede consolar... Estamos en nuestro desierto, es parte de nuestra naturaleza masoquista, queremos llenarnos de muchos motivos para encontrar que no hay ninguna salida.

Es tan propio este desierto, que cada uno tiene el suyo, para unos es lo económico, para otros lo emocional (el amor), para otros la familia, para otros la posición social... Y cada uno sentimos que, como nosotros lo vivimos, nadie más lo ha vivido, que nadie sabe cómo vivirlo, que nadie me puede enseñar porque "ni con un dedo levantaría mi carga" y entonces caemos aún más profundo pues nos aislamos, incluso estando rodeados de personas, pero solos en nuestro interior, sin permitir que nadie cruce nuestra barrera de dolor.

Obviamente, si nadie lo ha vivido como nosotros, que van a venir a eneseñarnos (léase él sarcasmos). Efectivamente caemos en la soberbia de pensar que como a nosotros, a ninguno y la verdad es que igual puede que no, pero peor, muy seguramente a muchos y lo han logrado superar. Abrirnos en esos momentos va a costar mucho trabajo, pero requiere de algo de humildad y comprender que no estamos solos, así lo creamos y lo repitamos todo el tiempo.

Hay muchas personas que están dispuestas a dar al menos una voz de aliento y si tengo la capacidad de dejar mi orgullo y pensar que lo mío es más complejo pueda encontrar soluciones. Además, siempre está Dios, o en lo que tú crees, si crees...obvio sino crees, pues hombre está la familia, los amigos y gente que te dará la mano sin conocerte.

Lo importante está en tener claro que desfallecer y sentir el desierto en lo más profundo de mi alma, no es el problema, el problema es no salir de él, el peligro es quedarme en el y buscar alternativas de escape... Otra mentira que nos dicen es que los deciertos no se repiten, que las lecciones aprendidas no vuelven; se nota que no han pasado por un aula de clase, porque toda lección se repite cada año y con un poquito de complejidad... Pensar que no se repite, no me deja prepararme para volver a superarla.

No temas pasar por el desierto, habrá momentos muy duros, lo importante es que dentro de tu alma siempre tengas presente que hay una salida, porque siempre está ... Nunca te quedes allí.... Y recuerda, cada vez será más fuerte, pero siempre podrás superarlo.

El problema no es pasar por el desierto, el problema es creer que no podrás superarlo.

miércoles, 13 de enero de 2016

La paradójica política colombiana



El tema de moda por estos días el la subasta de Isagen, una de las empresas más exitosas y rentables que ha tenido el estado colombiano (esto de por sí es paradójico, ¿una empresa pública rentable?), pero lo más interesante del asunto es que es una subasta de un solo proponente, paradójico ¿no?, si solo hay un proponente ¿cómo puede ser subasta?  ¿Contra quién se puja?.

Lo bello del asunto es que Colombia esta llenita, en su política, de este tipo de decisiones en las que no sabes si están haciendo una gran broma o es que nuestros dirigentes creen que están sumergidos en el surrealista mundo de Dalí o quizá en el realismo mágico de García Márquez.

No voy a profundizar en las muchas decisiones contradictorias de nuestra bella patria, basta con traer a la memoria decisiones como incrementar impuestos para reactivar la economía; apertura económica y tratados de libre comercio para fortalecer la industria nacional; la aprobación de la dosis personal de drogas psicoactivas, pero la penalización de la producción y distribución de las mismas (y entonces cómo se consigue la dosis, ¿por obra y gracia?).

Sin embargo, a pesar de las muchas decisiones de este tipo que se han tomado en esta bella patria de macondo, no dejo de pensar que la más ridícula ha sido la venta de Isagen. Partamos de que vivimos en una democracia donde nuestra Carta Magna establece que el constituyente primario somos todos los colombianos, es decir que "las mayorías" somos la base de la decisión, pero aunque tanto el congreso, los medios y las marchas expresaron su oposición a esta venta, al ejecutivo le importo un "rábano". 

Fue muy bello ver en el Senado unidos a Uribe, Serpa, Robledo y hasta Petro (que no está en el congreso pero sigue opinando como si lo estuviera) haciendo campaña en contra de la venta de esta exitosa empresa estatal y al ejecutivo esto le importo cinco centavos. Ahora bien el argumento para la venta estuvo aún más "COHERENTE", se vende la única empresa pública RENTABLE para construir unas carreteras y solventar  el déficit estatal generado por toda la mermelada que el ejecutivo reparte, para mantener el "circo" de la Habana.

Lo interesante es que Isagen le aporta al presupuesto nacional, anualmente, sus dividendos (algo así como 1.1 billones), ósea que cubre muchos gastos del estado, pero ahora cubrirá los problemas actuales y para el futuro serán muchos los vacíos, es algo así como renunciar al trabajo (mi único ingreso) para con las cesantías salir de deudas y esperar que antes de un mes me salga otro trabajo para suplir mis gastos mensuales... Lo cual en nuestra realidad es tan posible como ganarse el baloto cuando está bien acumulando.

Obviamente se van a suplir las necesidades presentes, venderemos la gallina de los huevos de oro, pero no sólo eso, le entregamos el manejo de los recursos energéticos del país no sólo a una entidad privada, sino extrajera, así que es como vender mi casa y segur viviendo en ella, ¿ahora tendremos que empezar pagar?... Y cuando los ingresos que ya no se reciban de Isagen hagan su hueco fiscal ¿qué vamos a hacer? ¿venderemos San Andrés y Providencia a algún país sin océano o sin paraíso tropical?

El país acaba de perder un tesoro nacional con la venta de Isagen y muy seguramente en estas paradojas nacionales, lo que es una problemática económica y social que nos afecta a todos, será olvidado en muy poco tiempo por alguna tragedia superflua y farandulera (alguna lesión de James) o algún éxito deportivo... Retomando nuestra natural conformidad.

martes, 12 de enero de 2016

El amargo sabor de la envidia



Una de las emociones más humanas que todos llegamos a experimentar es la envidia, desde pequeños empezamos a codiciar los bienes de nuestro prójimo y siempre queremos tener algo mejor, es más, no importa lo mucho o lo poco que tengamos, queremos tener lo del otro. Al mismo tiempo en el hogar, en el colegio y con los amigos escuchamos siempre que no debemos nunca dejarnos llevar por este sentimiento.

Es tan natural en la infancia, todos los días lo veo en mis pequeños hijos donde aunque tienen lo mismo, de alguna extraña manera lo del otro es "más divertido" y lo propio NUNCA  cumple con las espectativas. Cada uno quiere recibir más cariño que el otro y todos los días están constantemente viendo que ha hecho el otro para superarlo, que juguete tiene el otro, porque yo lo quiero.

Ahora bien, a medida que crecemos este humano sentimiento no sólo toma fortaleza, sino que se disfraza o mimétisa en otra emociones socialmente aceptadas como la competitividad, para no sentir culpa por quierer "tener" lo que otros tienen, en otros momentos se presenta como "desdén", demeritando los logros o cualidades de los otros, "pordebajeando" siempre a nuestro prójimo en un falso sentimiento de superioridad.

Lo más lamentable es que llegamos a envidiarlo todo, los bienes, el cuerpo, los logros profesionales e incluso nivel de aceptación social que el otro pueda llegar a tener y que en mi corazón siento inmerecido. Esto último me recuerda una película de hace unos años (Mis últimas vacaciones) en la cual la protagonista en su naturalidad se gana el afecto de un círculo social de "alto turmeque", pero uno de los miembros del grupo, que se sintió totalmente superado en la atención, procura siempre humillarla y retomar su posición. 

El problema es que jamás nos enseñaron que el único que resultará dañado por la envidia, es quien la siente. Jamás podrá ser feliz, porque el otro siempre tendrá algo que queramos tener, nunca será suficiente, nunca se sentirá realizado y en últimas esa es la única razón de vida. Sino aprendemos a valorar y amar lo que tenemos, lo que somos, a competir solo con nosotros mismos, a dejar de estarme comparando con el otro "porque lo suyo es más divertido", al finalizar el día solo sentiremos un trago más amargo que el vinagre en nuestras entrañas.

Si queremos dejar de sentir envidia, debemos aprender a valorar nuestra vida, con sus conflictos y necesidades, así al terminar el día nuestro corazón sentirá el dulce sabor de la satisfacción y el deber cumplido.

lunes, 11 de enero de 2016

El que por su gusto muere



Uno de los dichos "lapidarios" con los que mi padre me fue creando carácter fue "El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe a bueno" enseñándome con esto que hay personas que no sólo les gusta comer M... La añoran, la extrañan, la desean. Es más no pueden vivir sin ella. Obviamente los años primeros de mi infancia, cuando me enseñaron este dicho, no podía creer en la existencia de este nivel de masoquismo.

Lo cierto es que ha medida que he ido creciendo, la vida se ha encargado de mostrarme cuan equivocado me encontraba en mi infancia y como en el mundo abundan las personas que les gusta estar sintiendo dolor, que les encanta ponerle "sabor" a su vida incluyendo elementos de infelicidad, de dolor físico y el más grave, dolor emocional.

Y es que la realidad es que los seres humanos, en muchos niveles, somos masoquistas al adquirir hábitos autodestructivos, aunque la gran mayoría generan cierto nivel de placer y satisfacción, ejemplo clásico la empanadita grasosa con ají bien picante, nos llena de placer, dolor y obstaculiza nuestras arterias con grasa, lo mismo pasa con las bebidas alcohólicas, el cigarrillo y hasta el sexo (muere más gente de enfermedades de transmisión sexual, que de cáncer por el cigarrillo).

Sin embargo hay un nivel de masoquismo que hasta el momento sigo sin encontrarle ninguna lógica y es a la autoflagelación emocional, sobre todo, cuando la excusó parte de supuestas emociones que no tiene control, ni razón (Es el AMOR). Y es que en nombre del amor (como el de la religión) hay más gente sufriendo y miserable, que por el hambre en el mundo. 

Aqui encontramos varios tipos de masoquismos, el primero cuando se vuelve el o la "protagonista" de su propia versión de la fieresita (telenovela de los 80' que fue la estructura argumental para todas las que han seguido como Café, Betty la fea, todo por la plata), es decir, se enamora perdidamente de quien más lo hace sufrir, es más, puede tener a su lado al ser más maravilloso del mundo, el Príncipe Encantador y prefiere seguir con su ogro (pero de verdad, no como Shrek).

Otro de los tipos comunes es la versión Joaquín Sabina, cada persona que conoce es el amor de su vida, se entrega de inmediato perdidamente una noche de placer y luego vive 19 días y 500 noches de dolor, porque nuevamente se equivocó, pero no se da la oportunidad de centrase y esperar a ver si el príncipe azul que conoció realmente lo es, o es tan solo un sapo disfrazado (aplica para los dos sexos, aunque en el caso de los hombres es otro animal).

También encontramos el complejo de Penelope, que al igual que el persona de la odisea, lleva 20 años esperando la llegada de su Rey o Reina, y todas las noches se amanece "destejiendo" sus frustraciones para durante el día volver a llenarse de ilusiones, pero durante ese tiempo se ha segado los ojos a encontrar la felicidad en los brazos de otro Rey o Reyna... Y no importa que le digas, siempre habrá una razón para continuar esperando, hasta mensajes del más allá o desde el mismísimo Olimpo.

Y el que más extrañeza me causa  "El coleccionista de huesos", ama la libertad, busca una relación de mutua comprensión y diálogo y se "enamora" del hueso más duro de roer del camino, sobre la convicción del que el amor todo lo cambia, y lo que va cambiar es que será muy poco lo que sonría.

Lo incomprensible de estas posturas es que el amor no busca crear mártires, ni infelices. El amor es alcanzar la felicidad, no existe tal cosa como "amar es sufir"... Amar es vivir, compartir, aprender, crecer juntos. El amor busca que seas feliz, lo malo es que lo confunden con el enamoramiento (la arrechera), pero no, si algo te genera más dolor que satisfacción, si son más las horas de aflicción, que las horas de felicidad ten la certeza que eso no es amor.

Eso sí, el único que puede decidir que no quiere morir todos los días y de "a poquito" es cada uno, si no te nace, Sigue disfrutando tu muerte diaria.

sábado, 9 de enero de 2016

Y qué de la solucionatica?




En respuesta a mi publicación del día de ayer, alguien me comentó cual podría ser una solución y la verdad me confrontó con algo que siempre he considerado muy importante y es que los seres humanos siempre nos dedicamos a la problemática y poco le trabajamos a la "Solucionatica", vemos continuamente el vaso medio vacío y poco lo vemos medio lleno... Y desde mi perspectiva siempre debemos ser optimistas y buscar la solución, no el problema.

Recuerdo que como empleado siempre discutí con aquellos que en medio de los problemas se centran en "profundizar" en la búsqueda de culpables, pero poco en darle solución a la situación y con el artículo de ayer se que hable mucho de los problemas y poco de las soluciones...

Y aunque los problemas de Colombia son estructurales y si fuéramos "realistas" la solución requeriría un cambio del sistema político, de las bases, del sistema educativo, de salud y en general de toda sociedad (como quien dice, apague y veámonos). Siempre me he considerado una persona más optimista que realista y obviamente me senté a disertar un poco, como podemos solucionar los problemas que hoy tenemos en Colombia.

La verdad la solución tiene un punto de partida muy sencillo, empezar a pensar como país, dejar de lado las luchas de clases y unirnos, darnos cuenta que desde el obrero más humilde, hasta el industrial más exitoso, se ve afectado por los problemas de nuestro país. Tomar conciencia de que la solución parte de la acción, no del discurso, que si la gasolina sube todos nos vemos afectados no sólo "los pirobos de carro".

Cuando nos veamos cómo una misma nación, como un mismo pueblo vamos a sentirnos afectados por el dolor del otro, cuando al ver que estén robando a alguien por lo menos gritemos y no actuemos como algo que no nos afecta,  porque al que roben después puedo ser yo... En últimas empezar a aplicar la regla de oro en su máxima expresión. 

En segundo lugar, empezar a preocuparnos por la política de nuestro país, de los espacios de participación, salir a votar y a conciencia, eligiendo "bien", no al menos malo, al que consideremos honesto aunque no tenga opciones de ganar. Tenemos que hacer conciencia de nuestra realidad, no tragar entero, informarnos de verdad, no de chismes y de las pendejadas que nos venden los medios, hacer un criterio propio.

Por último y quizá un poco más difícil, empezar el cambio por nosotros y a eso me refiero, si queremos una sociedad más honesta, los primeros que debemos ser honestos somos nosotros, dejar de excusar nuestro actuar en "si los políticos roban, yo robo, porque ladron que roba a ladron tiene 100 años de perdón". Nuestra sociedad está corrupta desde la base y si queremos que la pirámide cambie, debemos las bases dejar de ser corruptos.

Dejar de evadir impuestos,pedir la factura, no dar "regalos" a los policías para que no nos multen, no aceptar favores de los políticos. El día que las bases dejemos de ser corruptos, a los de la pirámide les tocará empezar a cambiar.

Además, tenemos que dejar de esperar un "Mesias", un salvador que nos saque de nuestra lamentable situación, un superman que todo lo pueda y haga el milagro de cambiar el rumbo de nuestro país, sino tomamos la decisión de luchar nosotros,de nada valdrá que digamos "oh! Y ahora quién podrá defendernos", porque no va venir el Chapulin colorado a rescatarnos.

Quizá una golondrina no haga verano, pero estoy seguro que 44 millones podemos hacer la diferenciala.

viernes, 8 de enero de 2016

La terrorífica pasividad de los buenos



El predicador Bautista y activista político, Martín Luther King, conocido por su lucha contra la violencia, la desigualdad y la pobreza, además de ser un destacado orador y premio Nobel de paz, prununcio una frase que marcaría la realidad de la sociedad en todo el mundo (obviamente desde mi punto de vista) "No le temo a la maldad de los malos, sino a la pasividad de los buenos".

Cuando recuerdo esa frase, pienso indefectiblemente en nuestra realidad, un país que presume de su cultura, de los avances intelectuales (alguna vez Bogotá fue conocida como la Atenas latinoamericana) no hay discusión de café y ahora de red social donde los colombianos no presuman de su "basta" cultura general, pero todos estamos subyugados ante un sistema político que cada año nos hace y deshace (por decirlo de una forma desente) y todos, como unos mansos corderitos, aceptamos sin hacer nada más que una crítica en redes.

Para la muestra un botón, como dicen los abuelos, este año empezamos uno de los peores desde el punto de vista económico, la inflación promedio a diciembre de 2015 cerró por encima del 6.7% (es decir que la de alimentos debió superar ese porcentaje) con lo cual el aumento del salario mínimo (7%) fue tan solo un saludo a la bandera, pues no servirá de absolutamente nada, perdiendo capacidad de compra el grueso de los trabajadores en Colombia.

Además, una tasa de cambio que durante los primeros 7 días del año ha estado por encima de los $3.200 y cuya proyección y comportamiento auguran que va en crecimiento, indicando con esto que los productos de importación (que en Colombia son casi todos, por no decir que todos) continuarán subiendo de precio a niveles muy seguramente impensables. 

Por otro lado, el "amado" director de la DIAN anuncia un nuevo paquete de impuestos, entre los cuales se destacan signficativamente el aumento del IVA al 19%, varios productos de la canasta familiar con IVA desde el 5%; la posible inclusión de quienes ganen más de $1.800.000 como declarantes de renta; el incremento del 150% en impuestos a los cigarrillos y las bebidas alcohólicos (nos van a quitar hasta los medios de escape), sin mencionar de fondo los altos niveles de inseguridad, el desempleo, el sistema de salud colapsado y la baja calidad de la educación... y ante esto ¿qué?

Por un lado los medios de comunicación centrados en banalidades y fiestas regionales (carnaval de negros, feria de Manizales y proximamente el carnaval de Barranquilla), por el otro unas "astutas" centrales obreras (sientase el sarcasmo) convocando a un paro nacional el próximo domingo 24 de enero, supongo que eso va a generar un impacto poderoso en la producción del aparato económico y estatal que trabaja todos los domingos (como diría Nelson Mandela Muntz - Ha Ha).

Más allá de lograr afectar un poco el tráfico dominical, ya afectado por las ciclo vías en todo el país, consideró que su logro no pasara de ser una nota en los cortes de farándula de las noticias. El resto del país seguirá en lo suyo como los corderos que somos. Eso sí muy por "encima" de nuestros congéneres de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, a quienes vemos como unos "cholos" ignorantes.

Sin embargo, esos pueblos hermanos han derrocado presidentes, han bajado los impuestos, incluso han logrado bajar los precios de la gasolina (Colombia está entre las más costosas del mundo). Estos países tiene poblaciones que dan miedo a sus mandatarios, porque no se quedan impávidos ante las decisiones que afectan su calidad de vida, nosotros no salimos de la crítica en redes, eso sí, que no haya fiesta o rumba porque entonces ni en las redes se ven críticas.

Como diría el comedidamente mexicano "¿Qué nos pasa?", ¿por qué tanta pasividad ante las cosas que nos afectan? ¿Dónde está nuestro dolor de patria? Y aquí no se trata de una lucha de clases, se trata del futuro de todos, porque los que vamos a perder somos todos, no sólo los obreros, o ¿a quién le piensan vender nuestras empresas?

Tanta pasividad nos lleva derecho a la perdición, a la conmoción, al despeñadero... Y aunque los malos puedan ser muy pocos (unos cuantos senadores y gobernantes) el resto solo somos unos corderitos que con la cabeza gacha vamos directo al matadero.

Para completar, en el horizonte no se vislumbra la aparición de líderes que conduzcan esta nación a tierras mejores... 

Ante todo esto insisto, que tenebrosa es la pasividad de los buenos.