lunes, 20 de junio de 2016

Es una pregunta retórica...


Hay etapas de nuestras vidas donde emocionalmente sentimos que estamos caminando por el más obscuro y tenebroso de los túneles, sentimos en nuestro corazón que hemos llegado al final, que quizá, por fin empezaremos a encontrar la salida. Quizá que ya estamos en la mitad y solo resta tener la esperanza de que empezaremos a salir.

Lo más lamentable es que a medida que nos adentramos en este túnel de problemas y desesperaciones vamos viendo como a medida que el camino avanza, las personas que alguna vez ofrecieron estar con nosotros en las buenas y en las malas, a cada paso, van buscando motivos para dar la media vuelta y dejarnos continuar nuestro comino de adversidades completamente solos.

Incluso, aquellos que se venden o presentan con corazones llenos de "caridad cristiana" muestra que lo único que realmente alimenta sus vidas es una auto-complacencia y soberbia nacida de "ser los únicos realmente dignos del paraíso" o como dice la dueña de mi corazón "Saben que cristo solo murió por ellos" y entonces todo el que no cumpla con sus "Canones" de comportamiento no es digno de ayuda.

Vemos el mundo inundado de estos jueces de la sociedad y su comportamiento, limitando la caridad y amor a quienes cumplan sus estandares; pero olvidando que aquel que inspira sus creencias era juzgado por los religiosos de su época, al vivir rodeado y ayudando a quienes no cumplían con los preceptos religiosos de la época... Pero bueno, esto es tema para otra disertación.

Es entonces cuando en medio del camino, de la soledad y de todas las dificultades, que sientes que ya no hay fuerzas, que falta muy poco para terminar siendo un guiñapo... y surge en nuestro corazón la más clásica de las preguntas "¿podrá ser peor?" y la vida al mejor estilo de un niño obediente te muestra que este túnel pude ponerse más obscuro y tenebroso, que la vida en realidad puede ponerse aún más difícil.

Y en medio de una sarcástica depresión nace en nuestros labios la frase "Querida vida, solo era una pregunta retorica, no era un reto" porque ya no tienes fuerzas nisiquiera para llorar. Ya has llorado, gritado, luchado... Ya no ves camino ni salida. Solo ves problemas y dificultades a tu alrededor. Hasta la luz del fondo del túnel llegas a pensar que solo es una pequeña telaraña colgada en la pared y que lo único que vas a encontrar si continuas avanzando son más y más problemas.

Solo quieres darte por vencido, no tienes fuerza ni para levantar el brazo contra ti o una extraña fuerza interior no te lo permite. Solo quieres tirarte al piso y dejar de luchar, que el fin llegue por si solo ya no vas a hacer nada... lo único que quieres es que termine...

Pero es justo en ese momento en el que debes decidir no perder la esperanza, es en ese momento donde debes preguntarte de que estas hecho, que es lo que la vida te quiere enseñar... Es el momento para recordar que los que han marcado el mundo pasaron por lo mismo y por más dificultades. Que rendirte no es el camino. Pueden ser muchas las batallas perdidas, pero mientras tengas vida, la guerra no se ha perdido.

Ese es el momento de levantarte, de respirar profundo, cerrar los ojos y decir "¿Eso es todo lo que tienes? lanza tu mejor trueno, puedo superarlo" porque al igual que el niño que hace matoneo en el colegio, la vida, se la pone difícil a los valientes, pero sabe que si se vuelve a levantar lo hará con más fuerza y valor, decide detener sus embates y acabar con la tormenta.

Levántate, lucha, mientras tengas vida no debe haber excusas para dejar de luchar, para dejar de intentarlo. Pero sobre todo, no hay razones para dejar de soñar y de luchar por tus sueños.

Puedes estar al fondo del túnel, en lo más obscuro y tenebroso, lleno de golpes, moretones y cortadas, pero que eso no te haga olvidar que también hubo buenos momentos y que como todo en la vida todos es pasajero... esto también pasará.

Cuando eres consciente que también has reído, que también has disfrutado, tienes la fuerza para volver a caminar y seguir superando todas las adversidades que la vida te presente... recuerda siempre que toda adversidad se puede superar, solo necesitas tiempo, esfuerzo y esperanza.

No dejes de luchar, no te des por vencido. Levántate, es tu decisión... de nadie más, tienes dos caminos seguir sufriendo o seguir luchando.


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