miércoles, 20 de enero de 2016

La constancia vence...

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Recuerdo que una de las sagas más entretenidas que vi durante mi infancia se llamaba "Retroceder Nunca, Rendirse Jamás", hubo como 20 secuelas y ninguna guardaba relación con la anterior, incluso salían como tres películas por año. Esta saga de las artes marciales hacia referencia a una de las virtudes más escasas, la constancia, esa capacidad de no "rendirse jamás", de seguir luchando aunque la adversidad esté tocando a tu puerta.

La capacidad de querer alcanzar la cima de la montaña aunque te falte el oxigeno y la mitad del equipo lo hayas perdido en la escalada, sientes una piquete interno que se lleva seguir adelante, seguir luchando y entre más difícil y empinado se pone el camino, tu espíritu no deja que te rindas. Llegar a sentir que todo esta en contra, que tienes que luchar contra un ejercito para llegar a la meta, que tienes heridas por todo el cuerpo y has derramado más sangre que Rocky en todas sus películas, pero aun así puedes lograrlo.

Sin embargo, son muchos los que toman la decisión de rendirse, cada día hay muchas personas que prefieren sentir la derrota, "tirar la toalla", fracasar en el intento o incluso sin haber intentado, todos los días podemos encontrar un motivo para rendirnos, para decir que no fuimos capaces al fin y al cabo "todo el mundo lo hace" y entonces ¿por qué yo no?. Empezamos a buscar motivos y justificaciones de porque no seguir adelante, de porque no luchar por nuestros sueños y naturalmente las encontramos.

Siempre es más sencillo fracasar que lograr, como dicen por ahí, por eso es que son muy pocos los hombres que han alcanzado la cima del Everest, lo que no nos damos cuenta es que si alguien lo logro, nosotros también podemos hacerlo, solo requiere una cosa "CONSTANCIA"... alcanzar nuestros sueños es posible, es tomar la decisión y todos los días trabajar por alcanzarlo. 

Y es que quizá lo hemos olvidado, pero como todas las virtudes, está en nuestra voluntad la capacidad de ponerla en práctica todos los días, volver la constancia un hábito teniendo siempre en la mente que podemos seguir luchando, que lo importante no es cuantas veces caigamos, sino cuantas veces nos levantamos. Que debemos dejar de estar soñando y empezar a actuar para convertir en realidad esos sueños. 

Muy seguramente nos toque atravesar un desierto para lograrlo, quizá un océano entero con tan solo unos remos y una pequeña balsa; y definitivamente serán muchos los años, las noches y las lunas que pasarán antes de ver nuestro sueño hecho realidad, pero siempre que cada día hayamos trabajado para lograrlo, sentiremos la satisfacción del logro, de dejar nuestra huella indeleble en el mundo... seremos unos triunfadores.

Lo fácil siempre será rendirse... nunca te dejes llevar por lo fácil, porque ahí nunca hay felicidad... recuerda siempre que "la constancia vence lo que la dicha no alcanza"

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