miércoles, 13 de enero de 2016

La paradójica política colombiana



El tema de moda por estos días el la subasta de Isagen, una de las empresas más exitosas y rentables que ha tenido el estado colombiano (esto de por sí es paradójico, ¿una empresa pública rentable?), pero lo más interesante del asunto es que es una subasta de un solo proponente, paradójico ¿no?, si solo hay un proponente ¿cómo puede ser subasta?  ¿Contra quién se puja?.

Lo bello del asunto es que Colombia esta llenita, en su política, de este tipo de decisiones en las que no sabes si están haciendo una gran broma o es que nuestros dirigentes creen que están sumergidos en el surrealista mundo de Dalí o quizá en el realismo mágico de García Márquez.

No voy a profundizar en las muchas decisiones contradictorias de nuestra bella patria, basta con traer a la memoria decisiones como incrementar impuestos para reactivar la economía; apertura económica y tratados de libre comercio para fortalecer la industria nacional; la aprobación de la dosis personal de drogas psicoactivas, pero la penalización de la producción y distribución de las mismas (y entonces cómo se consigue la dosis, ¿por obra y gracia?).

Sin embargo, a pesar de las muchas decisiones de este tipo que se han tomado en esta bella patria de macondo, no dejo de pensar que la más ridícula ha sido la venta de Isagen. Partamos de que vivimos en una democracia donde nuestra Carta Magna establece que el constituyente primario somos todos los colombianos, es decir que "las mayorías" somos la base de la decisión, pero aunque tanto el congreso, los medios y las marchas expresaron su oposición a esta venta, al ejecutivo le importo un "rábano". 

Fue muy bello ver en el Senado unidos a Uribe, Serpa, Robledo y hasta Petro (que no está en el congreso pero sigue opinando como si lo estuviera) haciendo campaña en contra de la venta de esta exitosa empresa estatal y al ejecutivo esto le importo cinco centavos. Ahora bien el argumento para la venta estuvo aún más "COHERENTE", se vende la única empresa pública RENTABLE para construir unas carreteras y solventar  el déficit estatal generado por toda la mermelada que el ejecutivo reparte, para mantener el "circo" de la Habana.

Lo interesante es que Isagen le aporta al presupuesto nacional, anualmente, sus dividendos (algo así como 1.1 billones), ósea que cubre muchos gastos del estado, pero ahora cubrirá los problemas actuales y para el futuro serán muchos los vacíos, es algo así como renunciar al trabajo (mi único ingreso) para con las cesantías salir de deudas y esperar que antes de un mes me salga otro trabajo para suplir mis gastos mensuales... Lo cual en nuestra realidad es tan posible como ganarse el baloto cuando está bien acumulando.

Obviamente se van a suplir las necesidades presentes, venderemos la gallina de los huevos de oro, pero no sólo eso, le entregamos el manejo de los recursos energéticos del país no sólo a una entidad privada, sino extrajera, así que es como vender mi casa y segur viviendo en ella, ¿ahora tendremos que empezar pagar?... Y cuando los ingresos que ya no se reciban de Isagen hagan su hueco fiscal ¿qué vamos a hacer? ¿venderemos San Andrés y Providencia a algún país sin océano o sin paraíso tropical?

El país acaba de perder un tesoro nacional con la venta de Isagen y muy seguramente en estas paradojas nacionales, lo que es una problemática económica y social que nos afecta a todos, será olvidado en muy poco tiempo por alguna tragedia superflua y farandulera (alguna lesión de James) o algún éxito deportivo... Retomando nuestra natural conformidad.

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