jueves, 7 de enero de 2016

En todo caso fue Pandora



La mitologia griega nos cuenta la historia de un personaje creado por Zeus para hacer caer al hombre, Pandora, la primera mujer con la inteligencia de Atenas, la belleza y sensualidad de Afrodita, la mentira e inconstancia de Hermes; y uno que otro toque de maldad, todo con tal de acabar con la humanidad. Para completar un poco los detalles le entregó un ánfora (conocido por nosotros como caja) en el que según algunos estaban todos los males de la humanidad, segun otros todas las virtudes.

Lo cierto es que un día la bella Pandora (De quién hablaremos otro día) abre su ánfora y vierte los males a toda la humanidad (odio, envidia, pereza, vejez, entre otros) y al cerrarla lo único que no alcanzó a salir fue la esperanza. Para bien o para mal la esperanza se quedó atrapada en la "caja", dejándonos un grandioso dicho (que no siempre aplica) "la esperanza es lo último que se pierde"...

Sea cual sea el enfoque que le demos a este dicho y obviamente a la historia, lo cierto es que nos invita a algo muy importante, no perder la esperanza. Cada día que pasa encontramos muchos motivos para desanimarnos, para deprimirnos, para desfallecer; sobre todo con los males que la querida Pandora dejó que llegaran a la humanidad, para atormentarnos cada día de nuestras vidas.

Pero la esperanza perduró, no huyo, porque en medio de las aflicciones y de los problemas, en medio de la necesidad, lo único que nos da fuerza para seguir adelante es la esperanza. En los momentos de mayor aflicción o incluso de la necesidad más apremiante, solo esta virtud nos permite continuar luchando, no rendirnos y mantenernos.

La esperanza nos invita a mantener los sueños, las metas y nos muestra que no importa qué tan oscura este la noche, pronto llegara el amanecer. Hoy somos muchos los que estamos pasando por momentos de aflicción y las noticias que pasan día a día no son muy optimistas (aunque lo cierto es que nunca lo son): desempleo, inflación, inseguridad, entre otras tantas notas que todos los días inundan nuestros medios de comunicación...

Sin embargo, gracias a Pandora tenemos una virtud que no se perdió, que permaneció entre los hombres, la esperanza... Y como muchas cualidades es decisión nuestra hacer uso o no de ella. No perdamos nunca la esperanza, porque después de la noche siempre vendrá el amanecer.

Recuerda que parte importante de la esperanza es saber dónde ponerla, en donde la tienes, especialmente en que creas, en Dios, en la vida.... O en la fuerza, ésto será un factor importante para que puedas superar la desesperación. Como virtud divina, necesita del elemento trascendental para vencer los momentos de aflicción, si la humanizas mucho quizá pierda efectividad.

Mito o realidad, gracias Pandora la esperanza es lo último que se pierde... NO LA PIERDAS!

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