viernes, 19 de febrero de 2016

Las causas de un ocaso


Desde que llegaron mis vacas flacas han sido muchas las voces de aliento, pero al mismo tiempo las voces de "revísate a ver qué estás haciendo" o "eso mínimo fue que mataste un cura", incluso las de "estas recogiendo lo que sembraste, mire a ver qué tiene que cambiar"... Son muchas las palmadas en la espalda, pero pocas las acciones reales de apoyo, sin embargo, las que nunca sobran son las críticas y los juicios de porque te puedes encontrar en medio de un ocaso o en medio de la absoluta obscuridad.

Y me puse a disertar porque inician nuestros ocasos económicos y emocionales, porque entramos a nuestros desiertos, no puedo negar que en muchas momentos las opiniones frente al fruto de nuestros actos nos deprimen y nos llevan a sentirnos como cuando Job recibe las visitas de sus amigos y lo hacen sentir como un soberano rábano, buscando cuál fue la palabra, cuál fue la acción o el momento donde se dijo algo o se hizo o se dejó de hacer para que todo se te pusiera en contra.

¿Cuáles son la causas de un ocaso? Y al igual que la historia del paciente Job llegue a la conclusión que no las hay, la única realidad es que pasan porque tienen que pasar, porque la tierra es redonda y en ocasiones da el sol y en ocasiones llega la obscuridad. Porque la vida es una un ciclo... Porque no siempre las cosas malas que pasan son palabras de castigo o por karma.

La vida da vueltas y espera que aprendas y te prepares, todo viene y se va. El sol sale para recordarte que la noche también vendrá y tienes que prepararte, abrigarte estar listo. Quizá no podamos negar que muchas de las cosas que nos pasan son consecuencias de nuestras acciones, que recogemos lo que sembramos, pero tampoco podemos negar que en la vida se viven ciclos, desiertos que nos recuerdan que existen los oasis.

Muchos nos tratan de juzgar frente a nuestros desiertos, es una forma coloquial de "al caído caerle" muy disimulada, nos volvemos jueces de la vida de los otros y los queremos llevar a que se den latigazos, pero lo cierto es que muchos desierto, muchos ocasos, quieren enseñarnos a fortalecer nuestra alma para que salga fortalecida, para que levantemos el corazón y digamos "esto también pasará", para que recordémos que  cuando el sol está fulgurante y el oasis rebosa de alimento también seran pasajeros.

Es cierto, los momentos difíciles son oportunidades de reflexión y aprendizaje, pero no sólo de lo que pasó, sino de lo que vendrá, de cómo debemos recibir los nuevos momentos con humildad y con cautela, consientes de que en el devenir de la vida podrán volver nuestros desiertos y que tenemos que estar preparados para recibirlos y también que cuando estemos opulentas no olvidemos tender una mano de apoyo a quienes no lo están.

Recuerda siempre que los ocasos no siempre tiene una causa derivada de tus decisiones, también son fruto de los ciclos de la vida, esto te enseñará a estar dispuesto a ayudar y a mantener la humildad... Recuerda "esto también pasará"

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