jueves, 17 de diciembre de 2015

Temores y tormentas

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Las tormentas de la vida llegan en los momentos menos esperados, es como si superan cuando no estamos preparados, cuando estamos más indefensos y seguros de que nada va a pasar... Es como cuando vas por la calle caminando y al mirar al cielo ves un sol resplandeciente, sin nubes, totalmente despejado y piensas "puedo irme de blanco con mi traje nuevo" y de repente cae el aguacero más increíble que hayas visto...

Mejor dicho, la "aborrasca de mayo" parece un juego de niños (Para los que sabemos que es la aborrasca de mayo); haciendo una referencia más moderna, la tormenta - de la película "Una tormenta perfecta"- es una pequeña llovizna; obviamente tu hermosa ropa blanca te queda complemente sucia y pegada al cuerpo, al punto que parece que no llevaras nada encima...

Eso sí el día que estas preparado, que llevas saco, abrigo, bufanda, sombrilla y hasta ropa de repuesto, por que al mirar al cielo lo vez nublado... totalmente obscurecido, es más, hasta unas pequeñas gotas de rocío sientes que han caído... ese día hace el calor más infernal que puedas sentir... eso sí nunca antes de estar tan lejos de tu casa que ya te haz quedado totalmente encartado el resto del día...

Así mismo funcionan las tormentas de la vida, eso sí, nunca son iguales para todos, para algunos esa tormenta viene en forma de desamor y para otros en forma de escases... lo que si es claro es que llegará en el punto donde más temor haz tenido siempre que te lastimen... obviamente, de otro modo no tendría chiste, el objetivo no solo es que duela, es que tome tu temor más grande, el más profundo... el que te va a dejar inmóvil, ese que el solo pensarlo te ha dejado al borde de una crisis nerviosa, para que nunca puedas levantarte...

Algo así, más o menos, como en la película mencionada... dejarte listo para cruzar el túnel al más allá... lo más triste de todo es que al igual que cuando cae el aguacero y llevas tu hermosa ropa nueva, la culpa no es de la tormenta, la culpa es nuestra por olvidar siempre que en la vida te distraes y te dará el garrotazo mas fuerte que pueda para hacerte caer...

Nos distraemos, olvidamos nuestros temores y pensamos que al igual que el coco, con crecer han desaparecido... pero en la vida no es así, los temores no desparecen por sí solos, los temores permanecen, reaparecen... se transforman... solo hasta que los confrontes, solo hasta que tengas el valor de pararte frente a ellos y decirles... "Aquí estoy, no te tengo miedo, lanza tu mejor golpe... puedo superarlo"

Solo hasta que tengamos la capacidad de vencer los temores, de aprender que en la vida no podemos vivir con temores ocultos, sino que debemos enfrentarlo... solo hasta ese momento podremos pasar por la tormenta (Como dice la canción de Facundo) como Cristo el Tiberiades... de pie... caminando... quizá un poco mojado, habiendo tragado un poco de agua, obviamente un poco sucio... pero con la satisfacción de haber superado otra tormenta en nuestras vidas.

Ojo, el miedo es natural, es parte de nuestro instinto de supervivencia... el temor, no el temor es irracional nos debilita, nos acaba... ¿a qué le temes?, a estar sólo... a no ser aceptado... a las burlas y menosprecios de los demás... quiza a nunca encontrar tu media naranja... Ponte unas medias rojas... 

Confronta tus temores, hazle frente... no permitas que te dominen, no permitas que te consuman... solo hasta el día en que realmente aprendas que vives primero para ser feliz y segundo para procurar que el mundo sea un lugar mejor ... pero que eso no depende de tí... dejaras atrás tus temores.

Importante, además de las tormentas cuídate de aquellos seres que fomentan tus temores, pues no hay mejor forma de dominar a otro que mantenerlo subyugado a sus temores... aquellos que "por sinceridad" encuentran los medios para destruirte... quien te ama nunca, por lo menos a conciencia, fomentará tus temores.

Bueno... estas son solo las disertaciones de un caminante y las experiencias de un aprendiz... 


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