sábado, 19 de diciembre de 2015

De frustraciones y oportunidades


Hoy cuando me encontraba perdido rumbo a la reunión de la empresa de la cual estoy haciendo parte, mientras divisaba el paisaje y escuchaba las quejas y consejos de todos los pasajeros mismo destino en el que me encontraba, fue muy interesante pensar en uno de los sentimientos más comunes en todos los seres humanos, la frustración.

Esa emoción tan interesante que se refleja cuando lo que recibimos o vivimos no concuerda con las características de los que soñamos o deseábamos y que fluye en momentos tan comunes como perder el camino, esperar un saludo y recibir una mala cara o desear una sonrisa de esa persona que nos mueve las mariposas en el estomago (ojo pueden ser parásitos) y no lo recibimos.

Y al igual que cualquier pérdida pasa por las mismas etapas, negación, confrontación, etc ( no recuerdo las otras)... Ya no recuerdo cuantas veces he pasado por ese sentimiento y sobre todo porque empiezo a soñar con lo que voy a hacer, como lo voy ha hacer, lo que pudo lograr y der repente pum... Nada resulta como esperaba todo sale exactamente diferente y entonces que sucede, pierdo las energías, la esperanza, me doy palo por soñador, por iluso, por no ver las señales del entorno y durante mucho tiempo me desanimo...

Pero de tanto andar en este camino y escuchar tantas cosas sobre la frustración, de cómo manejarla o de cómo no permitir que te afecte he escuchado desde que debemos dejar de soñar o de ilusionarse, hasta que el problema es que no se ha deseado con todo el fervor, incluso que no se ha sembrado... Pero entonces la frustración es mayor porque nunca se sabe que tanto se debe desear o que tanto o no... Quizá me ha faltado fuerza.

Hasta que un día leí un pequeño fragmento que me enseñó que no hay motivos para frustrarse... "No importa si estás bien o mal, si las cosas están pasando como quieres o no, esto también pasará"... Eso me enseñó que quizá las cosas no son como quisiéramos, pero eso no significa que no puedan ser mejores.

Hace dos mese me despidieron de un trabajo del que llegue a creer que era indispensable, eso me recordó que nadie es indispensable, pero hoy dos meses después la vida me está mostrando u nuevo amanecer, estoy en una nueva empresa con un grupo de trabajo increíble, en una organización que se ve que valora a sus trabajadores ... Hubo un nuevo amanecer...

Por eso... Disertando un poco pienso que el amanecer es una enseñanza diaria de la vida, es que n nuevo comienzo, una nueva oportunidad de hacer las cosas... No importa lo ibscuro de la noche el amanecer te enseña que tienes otra oportunidad... Que no debemos frustrarnos, lo que no fue es porque no debía, pero eso no significa que no pueda venir algo mejor... Un nuevo sol... Un nuevo día.

Mirar cada amanecer como una nueva oportunidad nos enseña que no hay nada absolutamente nada por lo cual frustrarnos, quizá las cosas no resultaron como queríamos, pero pueden ser mejores... Si un amor no funcionó, si una relación no fue como queríamos... Si un trabajo no es como lo esperábamos ... Viene un nuevo día.

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