martes, 22 de diciembre de 2015

Dime quien es tu ídolo... y te diré quien serás...

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Otra de las noticias que por estos días anda "suene que suene", en casi todos los medios de comunicación, es la conmemoración del primer aniversario de la muerte del "ídolo del pueblo", el "cacique de la junta"... y como de costumbre en nuestra cultura tercermundista, no hay muerto malo... solo abundan expresiones como: "el gran compositor", "la expresión de un pueblo", "el último de los juglares", etc, etc, etc...

Como es de notarse este personajucho no es santo de mi devoción y  no es por el ritmo musical, pues aunque no me gusta mucho el "vallejarto" hay uno que otro que me aguanto e incluso he llegado a defender a interpretes de este ritmo, hoy consagrado como patrimonio inmaterial de la humanidad (Ya cualquier cosa es patrimonio)... cantantes como Jorge Celedón o Carlos Vives, en momentos de euforia me han llevado a entonar las letras de de sus canciones a todo pulmón.

Mi profunda contrariedad en relación con el fallecido Diomedes Díaz, radica en la exacerbada admiración que este hombre ha generado en la sociedad colombiana, en la cual se han llegado a omitir sus crímenes sobre la base de que "su talento" no puede ensombrecerse por unos errores cometidos... eso me recordó una película que habla de algo muy similar "el couch Carter"; en una de las escenas el invita a los padres de familia a no enseñarle a los jóvenes a que pasen por encima de ley por tener un talento... (https://www.youtube.com/watch?v=0-li3eAEBpM)


Al igual que en la película, el mensaje que los medios le envían a los niños y jóvenes es que si tienes un talento maravilloso, en cualquier área de las artes o el deporte, puedes violar la ley, maltratar a las mujeres, tratar a todos como un objeto. No importa si eres, o has sido declarado culpable, tu talento te sacará de prisión y la gente olvidará todo lo que hayas hecho... Es más, tus hijos no reconocidos sentirán admiración de ser tus hijos, aunque nunca hayas sido un padre.

Una nación entera te va a admirar y omitirá el dolor de una familia ante una hija humillantemente asesinada... a las mujeres no les importará ser tratadas como objetos, con tal de poder decir que fueron amantes tuyas... podrás llegar drogado o alcoholizado a cualquier lugar y tendrán que ponerse a tus pies... ¿será por eso que somos tercermundistas?

Esto último lo digo porque, aunque los artistas en todos los países se distinguen por los escándalos, en muchas de las naciones tienen claro que "aquél que es declarado culpable por un juez, de un crimen como homicidio, Jamás será admirado otra vez"... llegando al punto casi que borrarlo de los espacios donde se pueda sentir una leve admiración por dicho personaje.

¿Por Qué hacer esto?... porque todos queremos llegar a ser algún día como nuestros ídolos, cambiamos nuestro peinado, nuestra forma de vestir, incluso nuestra forma de hablar... buscamos cada día parecernos a ellos, si son inteligentes, queremos serlo; queremos conocer su vida, para vivir la nuestra lo más parecida a la de ellos. Como dice la canción queremos aprender hasta su forma de caminar.

Yo lo veo todos los días en mi hijo de 3 años, admira tanto a su abuelo que camina cojeando como él lo hace... entonces, que ídolos le están vendiendo los medios a nuestros jóvenes, a nuestros niños... personajes que no siente el más mínimo respeto por la mujer, que visten como rateros de galería... que tiene mejor léxico un pirata o la verdulera de la galería (y en ocasiones que me perdonen las verduleras)

¿esa es la sociedad que queremos? ¿un mundo lleno de Diomeditos?... El secreto de una sociedad está en quienes son sus modelos a seguir, hacia donde queremos llegar, porque ahí empezaremos a buscar el camino para lograrlo... yo prefiero un país con más Patarrollos o Llinas y menos diomedes.

Yo mismo espero poder se un modelo a seguir y para eso tendré que trabajar... 

No permitamos que nos vendan más de esos "ídolos de barro".

2 comentarios:

  1. Muy bien argumentado tu artículo... Me fascinó y comparto tu opinion

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  2. Dime quien es tu ídolo... y te diré quien serás... Sobre este tema que brindas hoy, quiero opinar lo siguiente:

    La televisión es uno de los medios de comunicación más avasallante, de los últimos 30 años, donde se han registrado todos tipo de programas, todo tipo de escenarios, positivos y negativos, ha sido un elemento que ha repercutido en nuestra cultura y valores sociales.

    En la década de los 80’ que programas nos brindaba “la cajita mágica”?, muchos de nosotros crecimos viendo TV, don chinche, naturalia, plaza sésamo, el tesoro del saber y dibujos animados como los caballeros del zodiaco, por nombrar algunos, estos programas si enseñaban, brindaban valores. Igualmente este no era un aparato indispensable de entretenimiento pues realizábamos actividades al aire libre.

    Las actividades en los últimos años se ha volcado hacia esta “caja mágica” por la inseguridad de las calles, violencia, drogadicción, elementos sociales que han sumado, a que las personas se abalancen a construir la realidad desde la TV, de alguna forma la conducta del ser humano se ha visto mediada por la calidad y contenido de los programas.

    Ahora bien, los programas de teleaudiencia masiva venden: violencia, sexo, drogas, la vida fácil. Una serie o novela que no tengan estos elementos se ha considerado no exitosa. Que “Idolos” nos han vendido, pablo escobar, El cacique por nombrar algunos. Ahora falta que hagan una novela de las FARC para “sensibilizar” a los ciudadanos que “no son tan malos.

    Dicha “caja mágica” a desplazado la multiplicidad que nos brinda los libros, donde nos brinda la posibilidad de discernir, cuestionar, construir valores, cultura, imaginación. Ha desplazado la sana recreación.

    Ana María Mejía

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