sábado, 14 de octubre de 2023

¿Victimas de la entropía?

 


Una de esas tardes de caminatas interminables en búsqueda de respuestas ante la situación por la que me encontraba pasando, llena de abrojos, pero en general consecuentes con algunas desacertadas decisiones que había tomado en mi pasado inmediato y que reflejaban una búsqueda permanente de autodestrucción, me distraje con el humor nerdo de un diálogo proveniente de una de mis series favoritas:

  • ¿Cómo va tu vida?

  • Como la de todos, sujeta a entropía, decadencia y eventual muerte


Y entonces vino a mi mente la duda de si lo que estaba viviendo era simplemente algo que no podía modificar, que mi vida como la de todos está sujeta obligatoriamente al caos, a la entropía, a entrar en una decadencia interminable y que sin importar que pudiera hacer, en lugar de cambiar lo que estaba viviendo y generar un nuevo destino, solo estaba condenado a seguir cometiendo errores y cayendo cada día más en un pozo sin fin hasta simplemente llegar a la eventual muerte.

Pero como siempre, quise saber más sobre la entropía (esta ley filosófica y magnitud física) encontrando algo interesante, el origen de la palabra simplemente es evolución. Fue ahí donde caí en la cuenta de uno de los errores más comunes de nosotros, vemos el caos, el desorden y la entropía como procesos negativos, como determinantes que solo nos van a llevar a la tristeza, a la desilusión y la infelicidad.


Y no es así, son evolución, son la oportunidad de cambiar, de volver construir, de empezar de nuevo, de aprender de nuestros errores y mejorar en los aspectos que tenemos que mejorar. Siempre va a haber un pequeño elemento de caos y desorden, pero será el que nos abra siempre la puerta a mejorar. Sobre el éxito y lo construido, no se puede hacer nada. Se aprende del fracaso y se construye sobre las ruinas.


Cierto, hoy mi vida a los ojos de un observador despistado podría estar en ruinas, como la de muchos. Pero lo que no se da cuenta es que es lo que se necesita para poder construir, levantar nuevas edificaciones, nuevos sueños, nuevas metas, nuevos objetivos. Yo estoy empezando a construir sobre las ruinas de mis desacertadas decisiones pasadas, pero esta vez con la experiencia que no tenía, y con conocimientos que antes no había adquirido. 


Hoy veo en mis fracasos y en mis derrotas, las herramientas que necesito para edificar el objetivo que me estoy trazando y alcanzar las metas que me he impuesto. Así aprendí que no soy víctima del caos y la entropía, ellos son mecanismos para evolucionar y crecer y no para decaer. Bueno por lo menos así lo veo yo.


1 comentario:

  1. Siempre que tenemos la oportunidad de abrir nuestros ojos ante la creación, tenemos la fortuna de hacer las cosas mejor que ayer.

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