jueves, 23 de febrero de 2017

¿Por que hay verano?



Caminando con mis dos hijos pequeños, uno de estos bellos medios días de Santiago de Cali, con esa agradable temperatura que acostumbra por estos días, uno de mis hijos, un poco agobiado por el calor y el hermoso sol canicular, me preguntó ¿por qué hay verano?, ¿por qué no solo hay un clima suave y agradable?. Valga aclarar que mi retoño solamente tiene 6 años.

Buscando una respuesta acertada y contundente, y sobre todo, que evitara un mayor cuestionamiento, pues yo me encontraba igual de fatigado por la temperatura, me puso a patinar un poco sobre la respuesta. Por mi cabeza rondaron respuestas tan técnicas como la rotación del sol, la disminución de la capa de ozono, nuestra ubicación ecuatorial… pero eran un poco avanzadas para su corta edad, además de asegurar mayores cuestionamientos.

Caminamos otros metros antes de encontrar una respuesta, la verdad fue que estuve disertando un poco sobre el tema ¿por qué enfrentamos esos climas tan exasperantes en la vida?... fue interesante pero la única respuesta que vino a mi cabeza fue más existencial que física o climatológica: Mi querido juan, porque la vida nos quiere enseñar que la única forma de saber que existen cosas buenas y agradables, es a veces, recordándonos que también existen otras duras y molestas, solo cuando pasamos por veranos tan calurosos recordamos, lo importante de disfrutar otros momentos más agradables.

De forma interesante, y esperando una mayor inquietud, su pequeña mente solo dijo: entonces que bueno que existe el verano. En ese momento me sentí satisfecho de lograr que no continuara la cuestión y que llegaramos a nuestros destino. Sin embargo, la pregunta y la respuesta, me ha venido dando muchas vueltas en la cabeza estos días, y valga la pena decir que mi cabeza es tan grande que eso toma días.

Cuantas veces pasamos por nuestras vidas por esos veranos asfixiantes, que matan cualquier esperanza quemada sobre una acera, cuantas vece vivimos esos calores donde nos llenamos de desesperación. Nos llevan, en momentos, incluso a olvidar que tuvimos buenas experiencias, que también reímos, que no solo sufrimos, que amamos y fuimos amados.

Cuantas veces en medio de esos extremos climatológicos olvidamos los buenos momentos y solo pensamos en maldecir lo que estamos pasando, olvidando que ese sol canicular solo nos está invitando a recordar que pronto llegara la primavera, que también habrá un otoño y después de este un invierno.

Que lo que nos pasa, que esos momentos difíciles, sólo son una oportunidad para agradecer que también existieron los buenos momentos y que seguramente después de los difíciles, también vendrán los buenos. A veces, cuando nos sentamos a recordar en medio de ese sofocante sol, tendemos a borrar por un momento que no solo hemos llorado, que también hemos reído.

Y fue ahí donde la respuesta de mi hijo me sorprendió por lo sabía de su reflexión: entonces, que bueno que existe el verano. Y eso es lo que más deberíamos recordar, que bueno existe el verano, porque solo en el aprendemos y cambiamos. Qué bueno que nos recuerde que en la vida no debemos caminar sin pensar, que debemos prepararnos, que debemos evaluarnos.

Qué bueno que llegan los veranos para mostrarnos lo bueno y lo malo, para exigirnos ser mejores, para llevarnos a cambiar, a mejorar, a crecer. Qué bueno que la vida no solo nos deja vivir la primavera, porque entonces no sabríamos valorarla, solamente se volvería un paisaje el cual pasaríamos por alto tarde o temprano.

Y en ese momento quise tener la sabiduría de mi hijo en muchos momentos de mi vida y no renegar por vivir un verano doloroso, sino haber encontrado que aprender, haber visto lo bueno que la vida (Dios, el Buki…) me había permitido vivir y recordar, que así como me encontraba en un doloroso y asfixiante verano, podría volver a vivir una tranquila primavera, sino me quedaba simplemente sentado lamentándome por estar sufriendo ese sofocante calor.

Así que, desde que reflexione sobre eso, he decidido que cada vez que la vida me presente un caluroso verano, solamente me pondré mis bermudas y me iré a disfrutar de un paseo de rio, para aprender a disfrutar de cada cosa que la vida me ofrezca.


No permitas que los veranos te hagan olvidar lo bueno, haz que se conviertan en una oportunidad para recordar que también viviste primaveras y que pronto, como todo ciclo, las volverás a vivir… verás lo corto que se te hace el verano.

Fuente imagen: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3eiJ4yT-Va663D1dpAUdQSQEbKu6pgBlxm_zAj3F7WHNEK0gmthgbBncT5NvHl0OoKswj4iZl9vmfrgCFLyspGCYoUbKOAbsS2uFpaqe5oYqPIWXOkLcu8Y0Wo1VjCxaSH_WDfkmMaCA/s640/sol-en-el-cenit-588x257.jpg

No hay comentarios.:

Publicar un comentario