El fin NO justifica los medios

Hace unos 485 años se público la obra cumbre del diplomático, filósofo político y escritor italiano oriundo de Firence; Niccolo dei Machiavelli, más conocido como Nicolás de Maquiavelo. En esta obra, titulada "El Príncipe", se presentó uno de los comportamientos más cínicos, anti-éticos y deshonestos del comportamiento político (si podemos hablar de la existencia de una política honesta) y fue la famosa frase "El fin justifica los medios".

Fue tal el impacto de las propuestas conductuales de Maquiavelo, que quienes se comportan con astucia y perfidia son denominados maquiavelicos... y que más ejemplo de este actuar que tratar de vender a la sociedad nuevamente el precepto de que la bondad de un fin, hace bondadoso el medio para lograrlo, sin importar cual sea. 

Hoy por ejemplo, nuestra sociedad está viendo el renacimiento de este detestable concepto, en labios del más maquivelico de los políticos que ha gestado nuestra bella patria, tanto que se vende como un "Santos" y sus comportamientos solo denotan el traicionero, astuto y cínico actuar, del más vehemente seguidor de Nicolás, al punto de vendernos, como algo novedoso, el credo de "El fin justifica los medios", solo que con algo más "amigable" para nosotros ... "La PAZ a costa de lo que sea".

Y es que efectivamente en el lacerado corazón de los colombianos, no hay sueño que llegue más a nuestras entrañas y que anhelemos con mayor emoción que lograr la tan distante y frustrada PAZ... pero ahora, como si fuera algo novedoso, nos llenan en los diferentes medios con la mentira de "El fin justifica los medios"... hagamos lo que tengamos que hacer, entreguemos lo que tengamos que entregar, perdonemos lo que tengamos que perdonar... por la paz HAGAMOS LO QUE HAYA QUE HACER...

Pero con todo lo bonito, emotivo, anhelado y esperado que pueda ser el deseo de lograr al fin la paz en nuestra hermosa patria, debemos recordar que "el fin NO justifica los medios", entregar la justicia, la dignidad de la sociedad, permitir la impunidad... perdonar delitos tan atroces como las violaciones a nuestros niños campesinos, la reclusión de menores para la guerra sin dolor, la violación de nuestras niñas campesinas, a quienes obligaban a abortar para mantenerse vivas y poder seguir siendo usadas como objetos sexuales de sus captores.

Tener que aceptar que no entreguen las armas, sino que las mantenga en su poder, que todo el daño, los asesinatos de niños, las muertes por ajusticiamiento no solo de militares y policías, sino de muchos de los civiles que secuestraron... la violación continua a los derechos humanos, sean perdonados sin más ni más. Ver incluso que esta leonina negociación que se realiza en la Habana, ha sido rechazada por organismos como la Human Rights Watch, al considerar que vulnera el respeto por los derechos humanos...

Así como el mensaje intrínseco que se está enviando a la sociedad "No importa lo que hagas, si alcanzas el nivel de daño suficiente, puedes alcanzar impunidad"... Para acabar de completar, la actitud cínica y soberbia de los líderes de este grupo al margen de la ley, con la cual dan a entender que nos están haciendo un favor y por tanto como nación todos debemos pagarles, por eso ellos no van a aportar ni un peso, de los millones de dolares que tienen, para restablecer a las víctimas, porque ellos también son víctimas (entiéndase el sarcasmo).

Por esto y por muchas cosas más que no alcanzo a escribir en este pequeño post, yo no comparto la postura de "el fin justifica los medios" o como hoy nos la tratan de vender "La paz a costa de lo que sea"... No, para mi son los medios los que justifican el fin, son los medios los que impregnan de bondad el fin, no el fin en si mismo... nunca unas raíces envenenadas podrán generar un fruto sano. Si la raíz tiene veneno, el fruto estará envenenado.

Así que, aunque muchos se han dejado manipular por lo bello de las finalidades... yo seguiré firme en el concepto de que sin importar el Fin, los medios también deben ser buenos, DIGNOS, JUSTOS y sobre todo TRASPARENTES.

La paz no está por encima de nuestra dignidad como sociedad.