jueves, 7 de septiembre de 2017

Todo un fracaso


Una de las cosas que me enamoran de enseñar o dictar una cátedra (como lo quieran llamar) es que cada vez que estoy frente a un grupo de estudiantes termino aprendiendo algo, ósea, en mis clases al menos una persona aprende. Este aprendizaje llega a mí cuando quiero llevarlos a un razonamiento, al final me logro dar cuenta de que muchas cosas que he dejado en el olvido, me pueden ser muy útiles en ese preciso instante.

Así paso hace unos pocos días cuando hablando sobre un tema sin importancia empecé a hablar sobre el fracaso, ese concepto al que todos le tenemos miedo, algo así como el coco para los adultos, basta con nombrarlo y todo se nos oscurece. Fracaso… no hay expresión que nos genere mayor temor que pensar que podemos ser unos fracasados o que quizá ya lo somos.

Y entonces en esas disertaciones que se den enfrente de un grupo de desinteresados, en mi mente empecé a buscar que era realmente el fracaso, donde radicaba realmente ese tenebroso termino, cual era realmente la razón por la que nos sentimos devastados si alguien tan siquiera insinúa que nosotros somos unos fracasados.

Primero me fui por la línea más fácil, fracasar es equivocarnos, cometer errores no hace fracasados. Es la visión más fácil, pero en ese orden de ideas, todos seríamos fracasados. Todo el que esté vivo y haya querido lograr algo se ha equivocado a cometido errores y generalmente más de los que quisiera aceptar que ha cometido.

Encontrar la perfección entendida como la omisión del error o el éxito persona o profesional sin haber perdido, cometido errores o haber tenido algunas cuantas quiebras, creo que no tiene precedentes en la historia, por lo menos en la historia que yo conozco. Los más grandes han cometido errores, en todas las líneas del conocimiento o del desarrollo profesional o personal.

Entonces, ¿qué es fracasar? Y me empecé a ver que el verdadero fracaso es no avanzar, que el verdadero fracaso no es cometer errores o sufrir derrotas, el fracaso es no ser capaz de sobreponerse a una perdida, no avanzar, no evolucionar. Somos un ser diseñado para querer crecer, para avanzar, para superarnos a nosotros mismos, salir de nuestra zona de confort y lograr grandes cosas.

Pero, los miedos, las tristezas, las derrotas, las perdidas nos distraen de lo que es realmente importante. Los amores perdidos, los fracasos económicos, las noticias trágicas, nos llevan a alejarnos de la “realidad” a buscar un placebo que nos distraiga, nos aleje, nos adormezca y dejemos de crecer y evolucionar, aprender.

Y es entonces cuando hemos llegado al fracaso, es ahí donde realmente somos unos fracasados, cuando no podemos ver una salida, cuando no podemos ver un futuro… cuando solo vemos tristezas, cuando no queremos seguir, cuando solo nos queremos quedar tirados… es ahí donde perdimos nuestra esencia.

Estancarnos, no mejorar y sobre todo, perder la capacidad de creer que yo puedo hacerme una buena vida y salir de esa zona de confort que me oxida y me impide mover… ese es el mayor de los fracasos.

A veces nosotros mismos nos imponemos esa frustración, nos aferramos al dolor, a la culpa, a la perdida, a la derrota y al error para no continuar avanzando, porque siempre será más sencillo ser un fracasado que un triunfador.

Porque siempre es más fácil tirar la toalla, que levantarse y continuar luchando por lo que queremos. Sin embargo hay algo importante de tener en claro, lo más atractivo del fracaso es que nunca viene solitario, no hay lugar con mayor compañía para el ser humano que el fracaso… pero de eso hablaré en otro post.

Ser un triunfador a veces viene solo, requiere tener humidad para aceptar los errores, pero valor para volver a enfrentar la vida, para volver a tomar decisiones que puedan generar triunfos o derrotas, pero siempre que me levante y vuelva a intentarlo y avanzar, no seré un fracasado, seré un triunfador en proceso. Y sobre todo, sabiduría para saber cuándo  cambiar una decisión.


Así que no lo pienses más, sal de tu zona de confort, sal de ese estado de fracaso, lucha, esfuérzate, camina… no es fácil, pero es realmente gratificante.

Fuente imagen: http://www.runners.es/media/cache/runners_all/upload/images/article/746/article-10-consejos-para-superar-el-fracaso-58b6c99a29182.jpg

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