domingo, 20 de enero de 2019

Haciendo el camino



Una de las canciones que más me mueve en esos días de oscuridad es cantares de Joan Manuel Serrat, en ella se expresa con la voz de un poeta, que no hay camino, no hay ruta… se hace camino al andar, dejando atrás la senda que no se ha de volver a pisar.

Y en estos momentos donde el amanecer empieza a asomar, donde hay que emprender las rutas o caminos por seguir en este año que tan solo tiene unas horas de vida, es el momento de empezar a construir camino. Este es el momento de empezar a definir la senda sobre la que queremos caminar en los días que nos depara el porvenir.

Es el momento de construir los hábitos que queremos que nos identifiquen, de moldear nuestra carácter, de elegir los compañeros de camino y también de decir adiós a las acciones que ya no queremos repetir. Suena fácil, pero nada más complejo que dejar un habito destructivo o adquirir uno nuevo.

Todo esto requiere disciplina y la disciplina requiere doblegar nuestro ego, obligarnos a nosotros mismos a cambiar, es construir una senda donde no la hay, es abrir una trocha en un monte donde tienes que ir con el machete cortando ramas, pisando fuerte sobre el suelo para no resbalar y sobre todo con la mirada fija en el destino que queremos alcanzar.

Habrá raspones, habrá caídas, habrá lágrimas y muchos momentos de desconsuelo al sentir que no podemos avanzar, que no queremos… que es mejor continuar por la senda de lo conocido, retroceder en el camino y volver sobre los pasos caminados, en las zonas tranquilas de la seguridad y lo que conocemos… en esos espacios de confort.

Pero si queremos crecer, si queremos dejar huella la vida de quienes están a nuestro lado, si queremos ser algo más que una hoja al viento que va y viene sin rumbo definido, si realmente queremos pasar por esta vida ¡Viviéndola! Entonces tenemos que abrir nuevos caminos… tenemos que adquirir nuevos hábitos, cambiar, crecer, doblegar nuestro carácter para moldearlo en línea con lo queremos.

Solo entonces, abriendo esos nuevos caminos y siguiendo por esta senda que vamos construyendo es que nos daremos cuenta de lo que somos capaces, de la luz que podemos dar, de los comportamientos que podemos cambiar y del amor que podemos brindar.

No es fácil, pero nada que realmente valga la pena lo ha sido jamás… todo lo que realmente nos llena de satisfacción, algunas vez requirió de un sacrificio, de una entrega, de una lucha, de un aprendizaje.


Bueno, por lo menos, así lo veo yo.


Fuente imagen: https://huellasenelcamino.wordpress.com/2011/10/20/haciendo-caminos/

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