En medio de una conversación de amigos, en la
celebración del onomástico de una de las mas queridas miembros del grupo, y en
medio de la típica conversación de un grupo de adultos con la vida organizada y
las metas en proceso de ser alcanzadas, Doña mamá le consulta a su hija cuales
eran mis posesiones al respecto… y con la confianza que nos tenemos ella me
dijo “cierto que tu como la canción “flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones”.
Y en el camino de regreso a mi casa, en esos silencios
reflexivos que a veces se dan cuando no quieres hablar con el conductor del “Uber”
me senté a hacer una retrospectiva de mi vida. Y después de 20 años de estar
trabajando casi día y noche lo único material que poseo son unas cuantas mudas
de ropa, un celular con la pantalla rota y unos audifonos bluethoot, porque
hasta mi reloj es prestado.
Fue dura la reflexión ¿Qué he hecho de mi vida todos estos
20 años? Sin nada que me acompañe, sin nada que me sustente, más que unas
cuantas deudas. La verdad es que, si como dice la canción “cuanto tienes,
cuanto vales” en este momento les quedaría a deber, porque lo único que me acompañan
son unas deudas con Bancolombia y Banco de Occidente.
La verdad es que si de algo estoy seguro, es que yo le
prohibiría la junta a mis hijos conmigo y si tuviera una hija no la dejaría acercarse
a mi… Definitivamente no soy un buen partido para nadie. De razón todas las
mujeres con las que he estado tienen su locura, hay que estar tostado para enamorarse
de mi y querer tener algo serio conmigo… no tengo absolutamente nada que
ofrecer.
Y pensando que he hecho estos 20 años, sé que he
cometido muchos errores… hablo de 20 porque es desde que empecé a trabajar.
Durante este tiempo he cometido muchos errores, he sustentado muchos vicios y
placeres, aunque también he ayudado a algunas personas. Y en este camino lo
único que me ha quedado son cosas intangibles que no se pueden comprar o vender:
Tengo dos padres maravillosos que han tolerado todas mis
locuras y siempre me han dado la mano, que se quitarían el pan de la boca para dármelo
a mi, tengo una hermana hermosa que me ama y admira disque por inteligente,
tengo tres hermosos hijos que hoy puedo decir que me aman y admiran sin tener
motivos ni razones, tengo un grupo maravilloso de amigos que siempre me han
dado la mano y con los que se que nunca me faltará una copa de vino, una
cerveza o un plato de comida.
Tengo un cúmulo de aventuras y experiencias que algún
día me atreveré a escribir… donde he conocido muchos ámbitos de la vida, desde
almorzar en la misma mesa con el vicepresidente de la república, hasta estar
sentado en un anden a las 3 de la mañana fumando un cigarro con un habitante de
la calle sentado junto a mi.
He caminado todo lo que he podido, soy un poeta y
escritor fracasado, un bohemio empedernido amante del arte y la buena vida, un
optimista empedernido que siempre cree que todo será mejor mañana y creo que un
buen amigo con el que siempre se puede contar.
Se que la vida no ha llegado a su fin, que hay cosas
por alcanzar y metas que superar, nuevos caminos por andar y sobre todo nuevas
cosas que vivir… no se si el día de mañana ya tenga posesiones materiales, se
que quiero terminar mi maestría, seguir con un doctorado, pero sobre todo
quiero seguir viviendo, aprendiendo, conociendo y enseñando.
Quiero seguir manteniendo el amor de mi familia, la
admiración de mis hijos y el aprecio de mis amigos, quizá en otros 20 años tenga
algunas cosas más, pero sobre todo quiero acumular más intangibles para mi vida,
como que mi hijo de 17 años dejara su juego de video aun lado y me dedicara
toda su atención mientras le hablaba de física, matemática, psicología e historia…
y lugar de aburrirse me preguntara con el interés y la curiosidad de un niño de
5 años… fue simplemente hermoso.
No soy un buen partido como pareja… pero nunca será
aburrido hablar conmigo… Feliz día para todos.