Hemos
terminado un año, algunos con más dificultades y problemas que otros, pero llegamos.
Quizá golpeados, cansados y seguramente desmotivados y desesperanzados. Algunos
llegamos a rastras, con heridas por el cuerpo y con la perdida de toda pasión. Y
ahora que estamos en este punto, en la línea de partida, es importante pensar
como queremos iniciar de nuevo esta vuelta al sol.
Es
iluso creer que podemos iniciar el año ignorando los golpes, las tristezas o
las derrotas del año anterior. Estamos en la línea de partida con vendas, cojeando
y con los músculos adoloridos. Algunos tenemos la botella de agua casi vacía
para iniciar este nuevo recorrido, esta nueva maratón, pero eso no es una
excusa para empezar derrotados y desconsolados.
Logramos
terminar un año difícil, llegamos aquí, donde estamos con fuerza, con lucha, superando
dificultades y solucionando entuertos. Eso se llama experiencia, aprendizajes y
conocimientos, factores esenciales para este año que comenzamos. Todas esas
cicatrices, todo ese polvo que hemos acumulado de experiencia son necesarios
para este nuevo camino que emprendemos.
Ahora
lo importantes es iniciar esta nueva maratón con inteligencia, tener claros
cuales son los hábitos que necesitamos desarrollar para alcanzar el éxito,
cuales son los que debemos dejar atrás porque nos pueden detener y sobre todo,
es momento de soltar las cargas que traemos, esas cargas de tristezas, de odios,
de amarguras, esas cargas nos hacen lento el camino y nos cierran los ojos para
ver el camino. Debemos iniciar libres de eso y con pasión. Con mucha pasión por
todo lo que queremos alcanzar.
Debemos
plantearnos metas, retadoras y alcanzables, debemos elegir bien los compañeros
de carrera, esos que serán nuestro compañía y apoyo para superar las vicisitudes
de la maratón que estamos por iniciar. Y esta decisión es fundamental, porque
hay quienes nos pueden hacer fácil el camino y quienes nos pueden entorpecer el
caminar.
Y
sobre todo, debemos tomarnos el tiempo para arrancar, medir el viento, revisar
el equipo, ajustarnos los zapatos y con la mirada puesta en nuestra meta
empezar la marcha. Con paso firme, seguro, determinante. Son muchas las heridas,
son muchos los aprendizajes y las vendas que tenemos, pero esa son las
herramientas que tenemos para enfrentar este camino que iniciamos.
Así
que mi querido amigo, ten claro que este camino que inicias no será fácil, no
será una vereda tropical… será un camino duro, lleno de espinas y piedras, de
dificultades, de aprendizajes, de retos y oportunidades. De ti depende
enfrentarlos cada día, con la mirada apasionada por la meta que quieres alcanzar.
Por
eso te deseo que tengas un excelente año, igual a la medida de tu fuerza, de tu
disciplina y de tu entereza. El mio se que será complejo, pero ya me estoy preparando
para enfrentarlo.
Feliz
año 2019.
Fuente imagen: http://estudiandoconstruccion.blogspot.com/2011/04/iniciando-un-nuevo-camino.html
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