Estamos a solo 53 días de que se
culmine el año, en mi caso uno de los más difíciles que me ha tocado superar,
tanto económicamente, como social y emocional… y obviamente cuando el año va
llegando a su fin, la acción típica de todos es sentarnos a evaluar cuantos de
los sueños y metas que nos impusimos al principio de año se cumplieron.
Y obviamente, el resultado más generalizado
que encontramos en estas maravillosas épocas del año, son quienes quieren en 53
días hacer lo que no hicieron en los otros 312 días… también nos encontramos
los que por estas fechas solo están pensando en la percha y la rumba de diciembre,
para el último día del año darse los golpes de pecho por lo que no lograron.
Por último se encuentran quienes a
estas alturas del partido se encuentran totalmente frustrados porque esos
sueños y metas ya no se cumplieron, se sienten impotentes, tristes y melancólicos
porque el año pasó “sin pena, ni gloria”,
porque piensan que en lugar de avanzar, retrocedieron, ¡porqué fue más lo que
se perdió que lo que se ganó!
Y generalmente se vuelven peores
jueces de sí mismos, que cualquier extraño, se sumen en sentimientos
depresivos, se sienten incapaces de alcanzar cualquier cosa, sienten que su
vida está destinada a ser perdedores, que para ellos no es la felicidad, ni el
éxito, que la vida es una m…
Y se olvidan de algo importante, la
única verdadera frustración en la vida es dejar de intentar, la única derrota
real es quedarse tirados en el fango y sumidos en la tristeza y en su propia “autoflagelación”… solo cuando nos damos
por vencidos estamos realmente derrotados, solo cuando dejamos de luchar,
realmente hemos perdido, solo cuando dejamos de soñar es cuando realmente somos
unos fracasados.
Lo cierto es que el cierre de un año
no marca otra cosa que la finalización de darle la vuelta al sol, pero no marca
tu capacidad o potencial, el cierre de un año no es más que el cambio de
calendario, pero no significa que si no se alcanzaron los sueños o no se
lograron las metas todo está perdido.
Todo lo contrario, cada día, cada
amanecer, cada nuevo año, cada segundo que pasa en nuestras vidas es una
oportunidad de volver a intentarlo, cada caída es una posibilidad de volver a
levantarnos, cada derrota solo presenta una oportunidad de volver a empezar… No
hay derrota mientras tengamos deseos de luchar, no final, mientras en nuestros
corazones decidamos volver a empezar.
Es como aquella vieja frase que todo
“gamer” (aficionado a los juegos de
video) detestaba con mayor ahínco, pero que su significado es más profundo y
optimista de lo que lo pensábamos… “Game
over”… y es que cuando esta terrorífica
frase aparecía en la pantalla, todos nos dábamos por vencidos, por
derrotados.
Pero un día, cuando estaba enseñándole
a jugar tetris a mi papá y salió la terrorífica frase en mi monitor, recuerdo
su expresión “¿y cuál es el otro juego?”,
recuerdo que lo mire y le dije perdiste, no hay otro juego; y el me respondió:
pero es que eso significa otro juego, yo quiero mi otro juego.
Desde entonces deje de ver esa frase
como una derrota, dejé de mirarla como algo negativo, como lo peor que me podía
pasar y empecé a verla como un llamado a seguir, como una invitación a no
rendirme, tenía una nueva oportunidad, tenía la oportunidad de volver a empezar
y hacerlo mejor… no era el final, era un nuevo juego.
Aunque muchas veces nos cuente
trabajo entenderlo, cada derrota, cada fracaso, cada caída, son solo una
invitación a volver a intentarlo. Son una invitación a que lo volvamos a hacer,
a que aprendamos de nuestros errores y digamos “aquí voy otra vez”, esta vez lo voy a hacer mejor, esta vez voy a
entregarlo todo de mí.
Por eso en la evaluación que hagas
de este cierre de año, cuando encuentres las cosas que no alcanzaste, los
sueños que no cumpliste, no te des por vencido, el cierre de año es solo una
oportunidad para volver a empezar, para iniciar nuevamente tu juego, para
corregir los errores del pasado y volver a hacerlo… no es el final, es la
oportunidad de un nuevo inicio.
Así que no dejes que la frustración
y el sentimiento de impotencia te derroten, lo que no hayas logrado, tienes una
nueva oportunidad de volver a hacerlo.
Game over, sólo es una invitación a
que vuelvas a empezar tu juego.
Fuente imagen: https://lamenteesmaravillosa.com/wp-content/uploads/2013/11/article_13838552164.jpg
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