Hace algunos días
los medios y la redes sociales se inundaron con la noticia de una actriz que
había sido maltratada por su pareja, con graves afectaciones físicas sobre su
rostro y otras partes de su cuerpo. Tan pronto salió esto muchas personas se
movilizaron con expresiones de apoyo y símbolos en reproche de la situación
vivida por la figura pública, trayendo nuevamente a los medios la temática de
la violencia contra la mujer.
En su momento mi
única crítica, mas allá de la situación, fue en relación con los medios. Pues
cuando se trata de un personaje de la farándula o mediático, todos salen a
hablar a indignarse, pero esta es una realidad que afecta a muchas mujeres del
común todos los días y, lamentablemente, nadie dice nada.
Sin
embargo, a pesar de mi crítica al típico comportamiento de los medios frente a
su amarillismo cuando un miembro de la farándula sobre los embates de la
realidad social, lo que realmente me quitó el aliento fue la postura de algunos "opinadores" sobre
la responsabilidad del hecho. Muchos fueron capaces de insinuar que tan solo
era una pantomima y que "que abría hecho para que le pasara lo que le
pasó".
Y entonces caí
duramente con una de las condiciones más comunes de nuestra sociedad, la
justificación de la violencia. Fue tal el movimiento de opinadores que el
victimario salió en varios medios diciendo que su actuar habías sido "en
legítima defensa". ¿la violencia es justificable? Ciertamente existe el
agravante de que la situación fue en contra de una mujer, aunque quitando el
papel machista de esta expresión, así hubiera sido contra un hombre, ¿existe
una razón para defender la violencia de cualquier tipo?
Pues para mi no.
Cierto, hay situaciones donde un ser humano actúa en defensa y protección de su
vida, pero siempre será bajó situaciones donde la ventaja del oponente es
claramente superior y el instinto de superviviencia toma control del organismo,
otras que la constitución y la ley consideran legítimas.
Sin embargo, yo
considero que no existe un motivo para golpear, maltratar o lesionar física,
verbal o emocionalmente a alguien, en especial si esta persona, de un modo u
otro, hace parte de tu vida. No existe argumento, base o justificación para
levantar la mano o las palabras contra quien en otro momento quisiste
acariciar.
No importa la
frustración, el dolor o el orgullo herido, siempre el camino correcto será dar
la vuelta e irse. Nada, absolutamente nada debe llevarnos a justificar de un
modo u otro el atentar contra otro ser humano y menos cuando estuvo vinculado
con nuestras vidas. La violencia solo genera más violencia, dolor y
resentimiento.
Socialmente estamos
acostumbrados a buscar justificaciones a determinados comportamientos, pero
aceptar la violencia y defenderla, solo muestra de nosotros una incapacidad de
razonar y entender que el mundo y las cosas no son siempre como queremos.
Bueno, por lo menos
así lo veo yo.