Una
adagio dice “No hay peor ciego que el que
no quiere ver”, la verdad y la realidad puede estar frente a nuestros ojos,
la podemos estar viendo cara a cara, sentirla en el corazón, pero no la
queremos ve, cerramos nuestro entendimiento, nuestro corazón. Nos volvemos herméticamente
cerrados para no aceptar la realidad que se ha posado sobre nuestros ojos.
Claro,
en línea con este dicho está el de “hechos
son amores y no buenas razones”, uno que me fue enseñado y repetido desde
niño. Las acciones hablan más que las palabras, las imágenes, que las
historias. Pero a veces solo queremos ir como ciegos por la vida, porque no
queremos aceptar la realidad, ellas es más cruda, es más básica… hasta más
banal de lo que nosotros queremos ver.
El
amor por ejemplo, ese… sentimiento, emoción, decisión… no se, como lo quieran
llamar por mi está bien en este momento de mi realidad. Nos venden cosas tan
hermosas: el amor todo lo cree, el amor todo lo soporta, el amor nunca deja de
ser… se ama para toda la vida… por amor se vale luchar hasta las últimas fuerzas,
entre otras tantas estupideces.
Y
vamos por la vida creyendo como incautos en ese… en eso… creyendo, como la canción,
que el amor es más fuerte. Llegamos a la adolescencia y dejamos de creer en
duendes y espantos, o superhéroes para pasar a creer en el amor y en la amistad…
no sé qué es más iluso. Y creemos en amores que lo superan todo, las
dificultades los tropiezos los errores, en amores que solo es hablar re descubrir su amor y volver a
intentarlo.. en amores que sabe que el otro es humano y se equivoca y vale la
pena volver a intentarlo.
En
amores que pueden superar cualquier tormenta, capaces de levantarse a cualquier
embestida de la vida… y en amistades del mismo tipo, al mejor estilo de la
serie norteamericana que fueron amigos incondicionales para TODA LA VIDA… permítanme
jajajajaja…
Los
seres humanos no aman o por lo menos no de esa forma tan platónica (utilizando
bien la definición), en esa forma tan idealizada y perfecta, tan única,
incondicional y maravillosa. Para nada, el amor de los seres humanos es
materialista, instrumentalizado, egoísta y perverso. En todos los niveles, en
todas las esferas y en todas las relaciones.
¿Cuántas
veces han escuchado esa frase: te amaré toda la vida? Esa vida jamás dura más
de 7 años... porque luego inician una nueva vida con otro amor para toda la vida. Obvio, muchos conocemos relaciones de más
de 7 años donde se aman de verdad…
jajajajaj!!!! No, siempre hay un elemento que lo mantiene vivo, vigente y encendido,
el INTERÉS.
Desde
muy jóvenes nos creemos que llegará ese amor de toda la vida y viviremos
felices por siempre, lo triste de los cuentos de adas es que nunca nos dijeron
que cuando se acaba la felicidad, se acaba el amor, cuando llegan las dificultades,
cuando aparecen los errores y defectos del otro… ese maravilloso amor de toda
la vida muere cual mariposa (en menos de 24 horas).
El
único amor que conoce el ser humano es el que está basado en relaciones
instrumentalizadas, aquel en el cual mientras el otro me pueda prestar algún
beneficio el amor va a durar, mientras me genere un beneficio estará vigente,
pero apenas lleguen los errores, apenas llegue la escases, ahí el amor se va
acabar… obvio no por la escases, es que ya son muchos errores pasados durante
los momentos de abundancia, que se acumulan con los errores de los momentos de
escases y pues no se puede seguir. Es que ahí si se aprende a sumar errores.
Las
parejas duran años cuando todavía necesito del otro cuando el otro me presta
algún beneficio. Ah, ahí los errores no cuentan, no cuenta que te engañen o
mientan, ahí si no cuenta que me gusten los hombres inteligentes y este sea
bruto… es que se esfuerza porque esté bien.
Los
amores y las relaciones son instrumentales, que me puedes ofrecer y si me
interesa ahí estoy… es el mas perverso de todas las emociones, porque cuando
muere, me importa una mi@rda lo que el otro sienta, haya no haya familia, lo
único que me interesa es mi placer mi disfrute, mi bienestar.
Hay
también te das cuenta que el amor de padre y madre es del mismo nivel, cuantas
madres aman a sus hijos solo si estos hacen lo que ellas quieren o como quieren
o se hacen presente el día de la madre, no conozco la primera que quiera un
hijo si no parece el día de la madre… y cuando el amor por el conyugue muere,
me importa un chito el dolor de mis hijos, me interesa mi bienestar.
Y
las amistades… uy esas sí que son instrumentalizadas… tu eres mi amigo mientras
haya algo útil para mí, cuando buscamos un viejo amigo solo para saludarlo,
para darle un hola y saber como esta… no generalmente solo lo buscamos cuando
necesitamos algo para nuestro beneficio.
Pero
a pesar de que todos vivimos esto y lo hacemos en muchos casos, ahí vamos por
la vida rogándole al mundo entero que nos mienta, que nos sigan vendiendo esas
maravillosas historias de amor… estos maravillosos cuentos de hadas, para morir
absortos en una cruda realidad y es que como dice la canción… cuanto tienes,
cuanto vales.
Fuente imagen: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2UdeAXakZl5cCbGnRHlWsVxWWR20CJmZQ9c8GJcMU3sIkzQAqQsJNXnSOn2hULtiw5QstBSLiTwBoCIi-VA2fYXpHOWyOdZYlb5DjIqPE3_zDfKHYXCl8DRwL6oCHF_MzxXdCbmvleYw/s1600/xxxxcuento-de-hadas.jpg
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