Generalmente cuando hemos luchado mucho tiempo para superar una
situación o hemos caminado grandes distancias llega un momento donde nos
sentamos y empezamos a adormecernos, poco a poco nos vamos quedando quietos,
sin aliento. Sentimos internamente que lo intentamos todo, que ya no hay salida
y muy internamente nos empezamos a rendir.
Sentimos en nuestro alrededor cierto confort, somos conscientes de
nuestras dificultades y problemas, pero han sido tantas las batallas y las
luchas; y tan pocas las victorias que la esperanza empieza a escucharse como
una vieja conocida que no volvimos a ver, la recordamos en la distancia, pero
no tenemos las fuerzas para ir a buscarla.
Me recuerda la historia de las ranas y el agua tibia y es que al igual
que en dicha historia, donde la rana no siente el calor sino que se va quedando
dormido, hasta que poco a poco queda totalmente cocinada sin darse cuenta,
cuando los problemas nos afligen y las soluciones no surten efecto, poco a poco
vamos perdiendo las energías y nos vamos adormeciendo.
Poco a poco los problemas se nos van convirtiendo en paisaje y se
convierte en nuestra zona de confort, nos adormecemos, perdemos la fe y la
esperanza de algún día salir de nuestras dificultades. Incluso llegamos a olvidar
haber estado bien alguna vez y lo único que nos queda es el recuerdo y la culpa
de las malas decisiones… nos vamos quedando dormidos… incluso muertos en vida.
Y entonces, lo único que realmente queda es despertar, levantarnos,
tomar la decisión de no darnos por vencido. Saber que nadie podrá hacerlo por
nosotros… Respirar profundo, tomar impulso y despertar. Quizá sean muchos los
intentos que hayamos realizado e igualmente muchos los fracasos, pero nuestra
valentía está en volver a intentarlo.
Levantarnos retomar fuerzas y recordar que los fracasos no son los que
nos definen, son las veces que nos levantamos y volvemos a intentarlo. El éxito
no se alcanza por estar sentados, lo alcanzamos cuando tenemos el valor de
levantarnos y volver a luchar. Recordar que Edison logró inventar la bombilla
incandescente después de 2000 fracasos (Aunque él siempre dijo que aprendió
2000 formas de cómo no hacer una bombilla).
Que Lincoln fue presidente de los Estados Unidos después de 10 derrotas
electorales y es uno de los presidentes más amados y más recordados… cuando
conoces estos ejemplos, te das cuenta que te falta mucho camino por recorrer
para alcanzar el éxito… pero que lo único que necesitas es decidir levantarte…
Despierta, es momento de levantarnos y volver a luchar, no rendirnos,
estoy seguro de que si nos comparamos con Edison o Lincoln, son muchas las
derrotas que nos faltan para alcanzar el éxito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario